Los baches y roturas de las calles Mesón de Vélez y Antonio Baena Gómez son tan veteranos y abundantes, que quizás sean proyectos de futuras fuentes
Los periodistas que se dedican a la información vecinal pronto constatan que en todo solar de Málaga susceptible de contener roedores de alcantarillas, estos no son de un tamaño normal sino tirando a desmesurado, hasta el punto de que los numerosos testigos suelen echar mano de la misma comparación para describir a los animalitos: «Aquí hay ratas como conejos». Los zoólogos deberían darse una vuelta por los bajos de la Ciudad del Paraíso.
Otro lugar común es comparar la decrepitud del barrio que sea de nuestra ciudad con el esplendor de la calle Larios, calle que por su importancia recibe todos los mimos municipales y es motivo de envidia, sea esta sana o no.
Y sin embargo, no todo el monte es orégano. En concreto, en el entorno de calle Larios, y para más señas la calle que sale de Liborio García hasta calle Martínez lleva años padeciendo un acerado que ni en los barrios más castigados por el olvido.
Aunque se trata de una sola calle, tiene dos nombres. El primer tramo recuerda al Mesón de Vélez, en recuerdo de la posada que existía en este céntrico rincón, antes conocida como Fonda de los Caballeros, punto de salida y llegada de las diligencias que iban a Vélez por el famoso camino. El segundo tramo, el que desemboca en la calle Martínez, está dedicado al constructor y primer presidente de la Agrupación de Cofradías Antonio Baena Gómez.
A pesar de tan céntrico emplazamiento, no hay día del año en que esta calle peatonal luzca de forma digna. Legendaria es su red de baches y roturas que en días de lluvia se convierte en una detallada vista aérea de los lagos de Finlandia.
Alguna vez que otra han deambulado por la zona encargados municipales, pero sus reparaciones, cuando han terciado, han durado un suspiro.
El caso es que estas roturas se han hecho tan clásicas en las calles Mesón de Vélez y Antonio Baena Gómez y los rotos tienen un tamaño tan exagerado, que muchos peatones no saben si el Ayuntamiento, en realidad, lo que está es abriendo varias fuentes públicas.
¿Quién se carga con tanta fruición las aceras?, ¿camiones?, ¿un destructor enmascarado? Las personas que no conozcan esta vía o que la crucen de noche tienen muchos puntos para dejarse algunas piezas dentales en el intento. En ese caso, el Ayuntamiento tendría que sacar la chequera. ¿Reparación?
Dando ejemplo
En la III Carrera Solidaria Corre por una causa, corre por la educación organizada por la ONG Entreculturas y celebrada el pasado domingo en el estadio de atletismo Ciudad de Málaga, no faltó el padre jesuita José Pablo Tejera. Tras subir al monte San Antón hace unos días con motivo de su 87 cumpleaños, acompañado por exalumnos, no quiso perderse esta competición solidaria y bastón en ristre, recorrió unos metros solidarios.