Los detalles esta Navidad son importantes para darle un toque malaguita a nuestro Belén, empezando por unas cáscaras de plátano y mondas
Cada vez más, en los belenes que se realizan en Málaga no faltan detalles de la tierra, simpáticos guiños que el Nacimiento del Ayuntamiento exhibe desde hace años, como una barca de jábega, un cenachero, el vendedor de biznagas o el pastor haciendo espetos.
En los belenes de este año los malagueños deberían incluir algún elemento que evocara a Limasa, simbólico recuerdo de estos primeros días de Navidad con más porquería que la chaqueta de Kung Fú (esta crónica se escribe mientras el Ayuntamiento y los trabajadores de Limasa mantienen en la noche del lunes su quincugésimo octava reunión. suerte).
Esta sección se quejaba en octubre de que el Ayuntamiento de Málaga no había tenido el detalle de eliminar los goterones renegríos de cera de la calle San Agustín, para contribuir así, en la medida de lo posible, al décimo aniversario del Museo Picasso. ¡Quién disfrutara de los goterones de cera de octubre! Además, lamentábamos, en estas páginas que el Monte Gibralfaro criara tanta roña, y que las estribaciones del monte parecieran una extensión del vertedero de Los Ruices, sin saber lo que se nos venía encima. El malagueño emplea para describir en estas ocasiones una expresión tan malsonante como rotunda y precisa: «Comíos de mierda». Con perdón.
Así pues, habrá que desperdigar un poco de basura por la nuestra modesta aldea de Nazaret, que por otra parte desconocía las virtudes del reciclaje.
Construyamos también, si hay tiempo y paciencia, una pequeña réplica de los Baños del Carmen. El proceso de construcción es muy fácil: se construye la réplica y luego se le da un golpe seco con la mano para descuajaringarla. Así tendrán una idea de lo bien que ha sido mimada por la sociedad concesionaria los últimos 25 años.
Sería conveniente, además, reproducir en el Nacimiento los rasgos más sobresalientes de nuestro Urbanismo, así que no nos costará mucho trabajo, al pie del monte donde pastan los rebaños de ovejas, levantar el edificio ilegal que disfrutamos en Málaga al pie del Monte Gibralfaro y que hace que los cruceristas infantes, cuando llegan al puerto de Málaga, se hagan pipí encima de la impresión.
Por otro lado, será necesario también habilitar, aunque sea un rinconcito, para instalar una cola de pastores ante el INEM y, pensando en lla economía local, eliminar todos los establecimientos tradicionales de las callejuelas de Belén, ya saben, la pescadería, la verdulería, los hornos de pan, herrerías y carpinterías: si de verdad queremos que tenga un toque malagueño tendremos que montar, en cada local que se quede vacío, un bar de tapas.
Y para que esta Nazaret malaguita arroje un buen soplo de esperanza, no podemos olvidarnos de construir, con plástico duro, tijeras y pegamento, un gran cubo acristalado en el lugar más emblemático de la aldea, aunque los Reyes Magos tengan que dar un rodeo.
Con este equipamiento cultural de renombre ya tendremos un Nacimiento como para caerse de espaldas. Eso es precisamente lo que habrá que evitar en la Málaga real: caerse de espaldas. La mugre no perdona. Ironías aparte, que tengan ustedes una esperanzadora Nochebuena. Feliz Navidad.
Me parece muy fuerte que un periódico malagueño publique esto sobre Málaga. El que lo escribe no esta muy feliz en el trabajo o por supuesto no es malagueño/a yo le animo a que si tan mal ve nuestra tierra que se vaya fuera y deje su puesto a tantos malagueños que se han tenido que ir a buscarse la vida y estarían encantados de volver a pisar esas cascaras de plátano en el suelo que el dice . Un malagueño que se precie tiene que vender lo suyo esto no es de ser malaguita.
Gracias por preocuparse por mi felicidad. Felices fiestas y un venturoso 2014.
Se agradece tu sentido del humor. Buen año.