El camino de baldosas renegridas sigue aquí

22 Oct

El sábado se cumple un mes de las procesiones del Mater Dei y el Centro continúa con buena parte de las calles marcadas por las gotas sucias de cera

La pequeña Dorothy recorrió el camino de las baldosas doradas camino de Oz. Hay quien pensó que el libro era un alegoría sobre la lucha entre el patrón oro y el bimetalismo. El caso es que en la película, Judy Garland parecía recorrer, en plena Gran Depresión, el camino hacia la recuperación económica, personificada en la refulgente Ciudad Esmeralda.

También nosotros, en Málaga, podemos recorrer un camino de simbólicas resonancias económicas, aunque la meta –la salida de la crisis– esté todavía por localizar pese a que algunos la intuyan. Se trata del recorrido realizado por las diferentes cofradías de Málaga el pasado Mater Dei, el 28 de septiembre.

El próximo sábado hará un mes de tan magna fecha y como dice el dicho –valga la redundancia– parece que fue ayer. Y parece que fue ayer no sólo por el paso fugaz del tiempo, sino porque, a lo largo de todo el Centro de Málaga, todavía podemos toparnos a estas alturas con los renegridos goterones de cera.

Por poner algunos ejemplos, quedan importantes yacimientos de cera renegrida en la calle Císter, la Travesía del Pintor Nogales, la plaza de la Aduana, las calles Granada, Méndez Núñez, Calderería, San Juan, así como en la plaza de la Constitución y la calle Larios. Y en algunos tramos, parece que todos los nazarenos se pusieron de acuerdo para verter la cera en un mismo punto, dando como resultado una especie de resistente magma que todavía persiste entre nosotros.

Ni siquiera la inminente celebración de los 10 años del Museo Picasso, el próximo fin de semana, ha hecho posible que la calle San Agustín tenga en el mes picassiano una apariencia decente.

Hace unos días una turista que paseaba por la calle Granada le comentaba a otra viendo los impactos de la cera: «Esto tienen que ser gotas de lluvia». En ese caso, se trataría de una reinterpretación de alguna plaga bíblica, una suerte de lluvia intensa de ranas de charca.

La explicación es más sencilla y al mismo tiempo preocupante, porque si Limasa estudia reducir la plantilla, quiere esto decir que los efectos de la próxima Semana Santa –las gotas de cera en las aceras– se pueden prolongar hasta el verano.

Sigamos el camino de las baldosas mugrientas. Lo mismo terminamos dando una vuelta en círculo dentro de la famosa almendra del Centro Histórico.

Tres años después

El que la sigue la consigue, aunque el seguimiento le haya llevado tres años. Es el caso del comerciante Antonio Montesinos, que ha logrado por fin captar la atención de Endesa Sevillana. La compañía eléctrica dejó en 2010 por una actuación de urgencia una turbamulta de cables en la fachada de su vivienda de la calle San Agustín, a pocos metros del Museo Picasso, con la promesa de acabar el trabajo a las pocas semanas. Para más inri, el comerciante acababa de arreglar la fachada del edificio. Tras la publicación de una foto denuncia en La Opinión el pasado 5 de octubre, Sevillana terminó lo que empezó en 2010.

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