El arbusto que erosiona la fachada de un inmueble del XIX de Diego Salinas en la calle San Lorenzo, está a punto de lograr su cometido y despeñar un balcón
A comienzos de julio, esta sección repasó la cara y la cruz de la Alameda de Colón, los números 5 y 7. Los dos son edificios del siglo XIX y comparten sus hechuras de ladrillo visto y balcones de hierro forjado. Detrás de sendos inmuebles está la firma de dos conocidos arquitectos municipales. El número 5 es obra de Cirilo Salinas, el también autor de la iglesia de la Trinidad y del antiguo mesón de San Rafael de Puerta Nueva.
El edificio contiguo lo realizó Diego Clavero, de cuyo trabajo hay otros dos importantes ejemplos, el Pasaje de Chinitas y la antigua casa del guarda del Cementerio Inglés.
El motivo de que estos dos edificios regresen tan pronto a esta página es que un servidor no quiere que ocurra un accidente. Pongan por caso que a nuestro alcalde, al presidente de la Diputación, a la presidenta de la Junta o a nuestro discreto presidente del Gobierno se le ocurre inaugurar, por ejemplo, un centro de interpretación de las demoliciones en el Centro de Málaga en el periodo 1995-2013 –superan ya las 300, una cifra que hay que conmemorar–. Si el magno equipamiento se encontrara en la calle San Lorenzo, que entren con casco y ni siquiera de esta forma está garantizada la integridad de su esqueleto.
El problema radica en que en esta calle, que lleva su nombre en recuerdo del desaparecido fuerte de San Lorenzo, el edificio de Diego Clavero, el que da al número 7 de la Alameda de Colón, luce su lado más siniestro y peligroso
Mientras que el número 5, el de Salinas, ha sido restaurado, el 7 sigue abandonado a su suerte y en su fachada está creciendo un desaconsejable jardín vertical. El peligro principal, aparte del desprendimiento de cristales o pequeños cascotes, que siempre pueden caer, se encuentra en uno de los balcones de hierro forjado, bajo el que está creciendo un arbusto de un tamaño considerable.
El arbolito sigue pugnando por encontrar su sitio en la naturaleza y ya se aprecian preocupantes grietas bajo el balcón que, da la impresión, por esta pugna se está saliendo de sus casillas.
Esta situación la estamos denunciando desde hace un par de años. Como la Gerencia de Urbanismo parece pasar tres pueblos, y eso que su elefantiásica sede no queda tan lejos, quede esta nueva crónica como llamada de atención. Si el Ayuntamiento no lo remedia poniéndose serio con el propietario del inmueble, cualquier día ese balcón decimonónico se cae. Y quiera Dios que en ese momento no pase nadie debajo, tenga o no un puesto político.
En cualquier caso, un servidor recomendaría a nuestro Consistorio que colocara un cartelito advirtiendo del riesgo: Prohibido el paso de cargos públicos, solo peatones. Así nos evitamos bajas en los partidos que están levantando España.<
Recuperación
Entre los autobuses antiguos de la EMT recuperados por la asociación Tranbus y que pudieron verse este pasado domingo en la plaza de la Marina, el famoso Pegaso 6038 blanco, negro y naranja de los años 80.
Magnífico, señor Alfonso.
Un saludo, y muchas gracias.