Esta semana ha aparecido cortado en trozos la reproducción de pulpo gigante de la antigüedad, que llegó a presidir en 2008 la calle Alcazabilla
Criaturas marinas de aspecto poco tranquilizador ha habido siempre. La mayoría de ellas ha surgido de la imaginación de los aedos y escritores, o de los pocos conocimientos en biología de marineros de lejanos tiempos, bien entrenados para confundir el culo con las témporas.
Herodoto, en tierra firme, despliega un catálogo de seres de países remotos que ríete de las películas de terror. En los mares, la imaginación también se disparaba y lo más sutil que salía de ellos eran las sirenas que hacían enloquecer, literalmente, a Ulises y compañía.
Una de estas historias, a medio camino del testimonio y la exageración, la aporta Plinio el Viejo, que contaba cómo en los viveros de Carteia, cerca de San Roque, existía un pulpo gigante muy mal acostumbrado, empeñado en dar paseos en ayunas y zamparse todo el pescado en salazón.
Como el animalito era grande pero no tonto, logró driblar unas cercas para impedirle esta recena trepando a los árboles con la agilidad de Tarzán.
Al final, la gula le tentó tanto que murió a arponazo limpio. Un testigo presencial, Trebius Niger, aseguraba que el bicharraco medía 30 pies de largo. Un animalito.
En 2008, para animar una exposición histórico-arqueológica en la calle Alcazabilla, colocaron a un pulpo gigante de pega, subido a los árboles y a punto lanzarse en picado sobre las pilas de gárum. Tan bien hecho estaba el animalito, que el Aula del Mar se hizo cargo de él, una vez clausurada la exposición y lo colocó en su antigua sede del Muelle de Heredia, en el balcón principal del edificio.
Claro que el pulpo gaditano fue perdiendo lustre con el sol de Málaga, siempre pertinaz y en los últimos tiempos parecía un postre gelatinoso.
También tuvo que influir, en el mal estado de la criatura, el que el Aula del Mar se mudara al Palmeral de las Sorpresas, dejando atrás la enorme reproducción, bastante deslucida ya.
El último episodio de este pulpo legendario ha tenido lugar esta semana. Apareció troceado en la acera del Muelle de Heredia. Arriba, en el balcón, sólo han quedado los tentáculos.
¿Qué emulador de Jack el Destripador se ha cebado con esta legendaria criatura marina?, ¿algún restaurante especializado en pulpo a la gallega?, ¿algún aburrío?
El fotógrafo de La Opinión ha podido captar el adiós esta semana de este pulpo zampabollos, que de enseñorearse en la calle Alcazabilla en 2008 ha terminado igual que quien pierde unas primarias.
En el balcón del Aula del Mar quedan sus tentáculos, que los últimos días parecen haber crecido, como despidiéndose de este marco incomparable, del luminoso cielo de Málaga en agosto.
Descarga helada
Una pareja de guiris se sorprende cuando un camión apila en la calle Molina Lario bolsas y bolsas de hielo y toma fotos del evento. Con el calor de estos días no pretenderán que descargue mantas zamoranas.
Tras la censura del comentario anterior volvemos a repetir:
¿Pensais que no existen ya anarquistas?¿pensais que toda la juventud ha perdido sus sueños de cambio y de libertad? Pues quizás esteis equivocados, porque quizás las Juventudes Libertarias de Málaga nos estamos organizando en las sombras, y quizás estamos creciendo sin que os deis cuenta.
Esperadnos, porque el futuro es nuestro.
Salud y anarquía.
Juventudes Libertarias de Málaga (JLM) @LibertariosMLG
@LibertariosMLG #Ciberescrache
Salud y Anarquía