Habite usted una cueva en el siglo VIII para esto

30 Jul

La cueva para ermitaños de la calle Maestro Vert, en Churriana, con la protección arqueológica más alta, sigue llena de basura y cayéndose por capítulos

Viajemos en el tiempo hasta una época en la que la lectura de los whatsapp no era la principal manera de llenar los tiempos muertos ni los vivos.

La mayoría de los malagueños de nuestros días se moriría de aburrimiento en el siglo VIII de nuestra era, pero la verdad era que el ocio no estaba entre las principales preocupaciones de una población interesada ante todo en procurarse comida, vestido y en tratar de no espicharla antes de cumplir los 30 años.

Se produjo en ese siglo la invasión islámica y con ella un prudente repliegue de los cristianos, de ahí que empezaran a proliferar los ermitaños o eremitas en busca de lugares solitarios en los que vivir tranquilos su fe. En Churriana se localizan hasta quince cuevas que sirvieron de refugio físico y espiritual a estas personas, huella que también encontramos en su callejero (la calle y el callejón de la Cueva).

Una de los eremitorios más visibles, en pleno casco urbano, se encuentra en la calle Maestro Vert, que precisamente por la V de su apellido nada tiene que ver con el actual ministro de Educación. Estuvo habitado incluso antes de la llegada de los árabes: en concreto estuvo en uso desde los siglos VII al IX de nuestra era, en los terrenos de la antigua Hacienda Platero.

El eremitorio cuenta con una valla de protección desde finales de los años 90, así como con la máxima protección arqueológica en el PGOU. Dicho esto, esta joya arqueológica ultraprotegida por la ley lleva muchos años hecha unos zorros y las denuncias vecinales y de la oposición, recogidas desde hace años por La Opinión, no han servido de mucho.

Hay que dar gracias a que el tiempo pasa con rapidez y los ermitaños que usaron esta cueva no se encuentran ya entre nosotros. Reencontrar este rincón de tranquilidad espiritual convertido en un sutil vertedero podría causarles depresión.

El autor de estas líneas estuvo ayer echando un vistazo a la cueva y como dice la sabiduría popular, tiene más mierda –con perdón– que la alfombra de una fonda. En el suelo encontramos bolsas de plástico, litronas rotas en pedazos, latas y grafitis que llevan largos años, estos en plena cavidad.

Por si esta acumulación de porquería no fuera suficiente, la cueva se va cayendo a pedazos por capítulos y podemos ver el desprendimiento de importantes trozos a la entrada y el anuncio de próximos desprendimientos que nos dan grietas de consideración.

En 2010 el entonces concejal del distrito, José Hazañas, aventuraba al autor de estas líneas que el Ayuntamiento podía colocar una reja superior para evitar que los niños saltaran e hicieran de las suyas en esta cueva que, vistos los desprendimientos, cada día es más peligrosa. El eremitorio todavía está esperando la llegada de esa reja salvadora.

El otro templo

Y sin dejar Churriana, una tienda de la calle Torremolinos muestra una curiosa foto de Primera Comunión con el niño homenajeado vestido para la ocasión, pero en un montaje fotográfico celebrando, suponemos, un gol en La Rosaleda, y con este lema: El templo de los sueños.

Una respuesta a «Habite usted una cueva en el siglo VIII para esto»

  1. Es una pena que falta educacion en casa,personas que dejar todo no es nuevo,yo tengo de suerte de ver casi todo de Espana pero la verdad es todas las siteos donde las Espanols puedo entrar libre es como un toilet despues ellos sale es de pardres de pardres historia no vale nada en Espana.Lo siento pero es asi

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