La barriada de El Copo, al final del Camino de San Rafael, se estrenó el año del Mundial de España, el 82. Los diez bloques fueron levantados por la promotora privada Comunidades Mediterráneas en una zona en la que antes abundaban las huertas y también viñedos, recuerdan los vecinos.
Muchos de los primeros vecinos de esta urbanización vinieron de Comares, de Casabermeja o Cómpeta, la mayoría matrimonios jóvenes y a partir de la llegada de la EMT, hacia el año 87, fueron bastantes los trabajadores de los autobuses que buscaron piso en El Copo.
El paso del tiempo le ha sentado bien al barrio, que ha visto cómo han crecido sobre todo sus zonas ajardinadas. Hace justo una década parece que la ingeniería política intervino en las obras del bulevar con una treintena de ficus en la avenida principal del Copo, dedicada a Nehemías, autor del libro de la Biblia del mismo nombre.
Siempre según el testimonio de la asociación de vecinos de la época, las obras del bulevar iban a un ritmo bastante pachanguero, con dos trabajadores a cargo de todo este paseo, hasta que dos semanas antes de las elecciones municipales, como por arte de magia aparecieron entre 12 y 15 operarios más. El problema es que, tras la elecciones tuvo lugar un importante parón, algo que provocó las suspicacias de los dirigentes vecinales.
Anécdotas aparte, las obras acabaron, no sabemos si de nuevo con los dos trabajadores del principio, y hoy este bulevar es una auténtica embajada para todos los que buscan refugiarse del sol.
Comienza el bulevar frente a la EMT, a la altura de la glorieta dedicada al carnavalero Miguel González el Cabeza.
Este paseo de ficus está cortado por dos calles que se las traen, una es la calle Sanhedun, otro exótico nombre bíblico, igual que la breve calle que viene a continuación, dedicada al patriarca Dan, hijo de Jacob. Entre Dan y Sanhedun se extiende una lustrosa zona de juegos infantiles y tras una buena ración de sombra, llegamos al final del bulevar, presidido por los paneles para insonorizar el raudo paso por la Ronda Oeste, que está detrás, con las aristas plateadas del Palacio de Ferias al fondo.
En líneas generales, estos paneles quitan bastante ruido y el ajetreo de los coches, al menos para el peatón, se escucha como el rumor de las olas, salvo algún tubo de escape para el arrastre.
Mañana hablaremos de otra zona ajardinada del barrio, al lado de una edificación futurista que recuerda a la estética de la famosa serie de televisión Perdidos. El Copo sigue tirando de las raquíticas estadísticas de metros cuadrados por habitante en Málaga.
Máster chef
Cerezo, el peculiar participante de Alcañiz del concurso MasterChef de Televisión Española, que fue expulsado hace una semana, está realizando prácticas durante un mes en el restaurante Kalima de Dani García en Marbella. Algo espeso a la hora de abordar el puré de patatas en el primer programa, estamos seguros de que sacará provecho de su estancia en Málaga.