Alguna vez hemos hablado aquí de las posibilidades que en Málaga esta cobrando el turismo histórico y en concreto la potenciación de la figura de Bernardo de Gálvez –uno de los artífices de la independencia de los Estados Unidos– precisamente al otro lado del charco.
Como ejemplo, hoy jueves llegan a nuestra ciudad 25 norteamericanos para conocer la huella del estadista y militar malagueño. Forman parte de la Historic New Orleans Collection y serán recibidos por la asociación Bernardo de Gálvez, que les mostrará la Catedral; además, una de sus socias, María Luisa Pernía, les ofrecerá una conferencia en inglés con el título Bernardo de Gálvez, The hero esta tarde a partir de las 19.30 horas en la sala de conferencias de Cajamar en la Alameda Principal, esquina con calle Córdoba.
Por último, la asociación cultural acompañará a los visitantes estadounidenses a conocer el pueblo natal de Gálvez, Macharaviaya.
En julio de 1776, pocos días después de que el Congreso de los Estados Unidos declarara la independencia de las 13 colonias inglesas, Bernardo de Gálvez, que se había recuperado de un balazo en la pierna izquierda en una expedición contra Argel, fue nombrado gobernador interino de Luisiana, una provincia española y no colonia que fue comprada a Francia en 1763 y que no pasaría de nuevo a manos francesas hasta 40 años más tarde.
Lo curioso es que este territorio no coincidía con el estado actual de Luisiana, con capital en Nueva Orleans, sino que ocupaba todo el centro de los Estados Unidos, desde los Grandes Lagos por arriba hasta las Montañas Rocosas por la izquierda.
Como recuerda el académico de San Telmo y principal recuperador de la figura de Bernardo de Gálvez en España, Manuel Olmedo, la impronta española en Luisiana es fundamental.
Al igual que en Málaga, en la capital, Nueva Orleans, el viento que domina es el Levante. Cuando llegaron los españoles contaba «con cinco casas buenas y 200 casas de cañas y palma» –apunta Olmedo– si a eso añadimos el Levante, comprenderemos que dos incendios arrasaran las tres cuartas partes de la ciudad.
Los españoles reconstruyeron Nueva Orleans con casas de ladrillo y piedra, «con soportales para pasear bajo la lluvia como en muchas ciudades de Castilla», recuerda el académico, sobre todo en tiempos de un sucesor de Gálvez, el barón de Carondelet, así que el famoso barrio francés de Nueva Orleans es más bien español.
Con estos antecedentes y con la participación decisiva de Gálvez en la independencia de los Estados Unidos, es más que constatable el creciente interés por la figura del malagueño en un país que, en su mayoría, sigue creyendo que sólo los franceses ayudaron a los rebeldes.
También en Málaga se mantienen las ganas de saber más del militar de Macharaviaya: el próximo lunes 13 tendrá lugar una tertulia dirigida por el académico de San Telmo José Infante, en la que intervendrá Manuel Olmedo, con el título Bernardo de Gálvez, La recuperación de una insigne figura. A las 20 horas en El Pimpi, calle Granada, 62.