La puntualidad británica del Anuario de San Telmo

5 Mar

Con puntualidad británica, el Anuario de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo se presenta para dejar constancia de la intensa vida cultural de esta centenaria institución.

Gracias a este libro, que también puede descargarse en formato pdf. en su web, se constata que en Málaga existe vida cultural más allá de la triada mediterránea (Ayuntamiento, Junta y Diputación) y por otro lado queda aparcado el tópico de que las academias son instituciones en permanente declive. En este sentido, comparten con el teatro español el mismo diagnóstico erróneo pues desde la llegada de la televisión no hay mes en el que no se insista en la crisis de los escenarios.

El anuario de 2012 ha vuelto a salir gracias al esfuerzo del académico y pintor Pepe Bornoy, quien más pronto que tarde merecería el nombramiento de Hijo Predilecto de Málaga, todo sea dicho. El artista de lo digital ha vuelto a dejar su toque personal en esta nutrida publicación, como lleva haciendo desde que asomó el nuevo siglo.

Y son tantas las cosas interesantes de este Anuario, que literalmente no caben en esta crónica. Comencemos por el libro de las Casas Consistoriales de Málaga escrito al alimón por Antonio Garrido Moraga y Mari Pepa Lara, que explora un campo poco hollado. Y hablando de campos sin trillar, las cartas entre Emil Hübner y Manuel Rodríguez de Berlanga, con la Lex Flavia Malacitana y la finca de La Concepción como telón de fondo, un excelente trabajo de investigación de Manuel Olmedo que ha rescatado este tesoro epistolar.

Francisco Javier Carrillo Montesinos aporta luz sobre Juan Casaux España, un malagueño culto y humanista, fagocitado por la noche de la Guerra Civil.

Espacio ha habido también para que el mismo académico recuerde al cardenal Herrera Oria y para que Rosario Camacho y Pedro Rodríguez Oliva (con la vertiente numismática) completen un fresco sobre Isabel II y Málaga, al cumplirse 150 años de su famosa visita.

Y este año, la Academia ha incorporado a grandes artistas como el pintor Enrique Brinkmann, con un discurso de ingreso en el que el humor y la vanguardia sobrevolaron la sala. Y así, no cree este artista que el arte sea creatividad, siendo producto de ella objetos como los bolígrafos o los aviones. El arte para Brinkmann es «poner luz donde antes había sombras».

El poeta, escritor y periodista José Infante, nuevo académico, realizó un precioso homenaje a Málaga y los personajes que la amaron. También se incorporó el pintor Pepe Guevara, quien evocó en su discurso de ingreso el viaje que con otros jóvenes artistas de la Peña Montmartre realizó en 1957 a ver a Picasso.

Y como académico correspondiente, tomó posesión Carlos Robles Piquer, que habló de Cánovas a traves de sus obras completas. Dos enciclopedias frente a frente.

Por último, habrá que recordar el nuevo campus de Ciencia y Tecnología que en Nigeria han realizado el arquitecto Ángel Asenjo y su hija Cristina. Lo dicho, la Academia está más que viva.

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