Si examinamos las notas de prensa publicadas los últimos diez años por nuestros organismos públicos, comprobaremos con satisfacción que Málaga es continuamente «pionera» en los frentes más insospechados, ya sea el deporte, la tecnología, la cultura o la cocina asiática.
Si hacemos caso a esas notas impregnadas de optimismo antropológico, llevamos tantos años abriendo camino al resto del mundo, que no se explica cómo la oficina de patentes no revienta de inventos malagueños, pues todo apuntaría a que le estamos quitando un sitio en la Historia a Thomas Alva Edison, pionero donde los haya.
Alejados de las trompetas que anuncian la gloria terrenal, la Málaga pionera en destrucción de empleo de estos últimos años vuelca sus frustraciones y sus amores en las paredes. Por eso hoy haremos un breve repaso a las pintadas más llamativas.
Para empezar, una de caracteres de superproducción de Hollywood, con el siguiente mensaje, «Tú eres todo lo que quiero», y que se encuentra en una esquina de Echeverría del Palo. La duda surge cuando comprobamos que la pintada ha sido realizada en la pared de una importante sucursal bancaria. No está claro si el objeto de los amores es una persona o una cuenta corriente.
En un lateral del centro comercial Rosaleda, en la avenida Simón Bolivar, se encuentra otra muy curiosa. Allí podemos leer que «El 6-5-12 empezaron los mejores días de mi vida».
Lástima que el disfrute fuera bastante corto porque al menos esta semana el mensaje ya estaba medio tachado, luego los días no serían tan buenos. Otra vez será.
Siguiendo con los amores, llama la atención la contradicción entre el puente de la Esperanza, jalonado de numerosos candados que sellan los amores eternos, con la pintada que encontramos al lado, donde algún día se perpetrará el Málaga Palacio de Rafael Moneo: «El amor romántico mata». Los hay aguafiestas. Recordemos al autor de esta pintada que hasta una estatua de hielo como Angela Merkel tiene su corazoncito, aunque lo guarde en el frigorífico.
Y no queda muy claro el propósito de una pintada que desde hace meses preside el abandonado edificio de Correos junto al puente de Tetuán: «Volveré bajo otra bandera, el cemento no es eterno». Eterna quizás no sea, pero no hay duda de que la pintada es poética.
Para terminar, una pintada digna del joven Werther en el blanco muro del Hospital Civil, que recuerda a un bolero o a un libro de autoayuda: «Te quiero porque eres tú, sólo tú y siendo tú».
Queda claro que Málaga sí es pionera en pintadas de amor o al menos, no nos quedamos rezagados con el resto. ¿Para cuándo una nota oficial de las buenas?
Yin y yang
En la calle Jándula, en las casas mata de La Palma-Palmilla, hay una enorme pintada en el suelo. Se trata de un círculo dividido en dos mitades, y mientras en una leemos Barça, en la otra encontramos Madrid.
Es el yin y el yang de la liga más aburrida de Europa… y lo que nos queda.