El electrodoméstico de cristal del Bulto y la crisis

14 Nov

La casa en la que vive el firmante, un bloque de vecinos de más de 30 años, tiene goteras cada otoño. A pesar de que cada temporada se organiza una búsqueda policiaca de las filtraciones, ni las sucesivas aplicaciones de tela asfáltica ni las pinturas especiales han logrado sellar estas incursiones acuosas, que cada mes de noviembre aparecen, con la emoción del reencuentro, en mitad del salón.

Por estas fechas, la mujer de quien escribe y el susodicho comprobamos cómo anda de salud y lo bien que crece la mancha que, poco a poco, se extiende por el techo hasta que hay que ponerle un cubo debajo. Es una vieja amiga.

No pretende el autor de estas páginas ganarse la vida como personaje del corazón desvelando accidentes domésticos. El caso es que debería haber una diferencia sustancial entre un bloque de vecinos con 32 años de vida y la más moderna arquitectura que han visto los siglos (y han costeado nuestros bolsillos), oséase, la sede de la Gerencia de Urbanismo.

Este portentoso edificio es el producto intelectual de una concepción ampulosa e irreal de la arquitectura, ajena al gasto público mesurado. Ni más ni menos que la simbólica coronación, en Málaga capital, de la burbuja inmobiliaria.

Después de que el común de los mortales se quedara de piedra por las praderas de oficinas de la sede de la Diputación; tras caernos de espaldas con ese despacho del ex, el faraónico Salvador Pendón, en el que casi cabe completo el palacio de verano de Francisco José, el Ayuntamiento no tuvo otra cosa que copiar ese modelo de excesos.

Sus dimensiones, el construirlo de cristal para disparar la cuenta de gastos y hacer un corte de mangas a la arquitectura bioclimática…todo estaba pensado para sobrecoger al ciudadano y transportarlo a las grandes producciones de antaño: a los tiempos de Cecil B. De Mille.

Por eso, un edificio que ha costado unos 6.000 millones de las antiguas pesetas, que en verano es un incordio porque con las cristaleras el exceso de luz molesta a los funcionarios y que en invierno tiene goteras, merece salir hoy a la palestra con todos los honores.

Servidor, adelantándose a estos tristes acontecimientos, ya incluyó a comienzos de año esta obra de la intelligentsia local en la última edición de la Teoría del majarón malagueño. Faltaría más.

El electrodoméstico acristalado del Bulto es uno de los muchos ejemplos de por qué en España padecemos una crisis tan gorda. Algunos gestores públicos han gastado dinero público por encima de nuestras posibilidades.

El loro del puerto

En el Muelle Uno pueden encontrarse planos de estas nuevas instalaciones en la que se aprecia, en un rincón, la llamada Esquina del Loro.

A todas luces, parece un guiño irónico a la famosa Esquina de Oro, tan cacareada por los medios de comunicación, en la que nuestras autoridades, en una fase de locura colectiva, llegaron estudiar la llegada de un supermercado de lujo. Al loro.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.