Los pequeños detalles son los que las administraciones se muestran en muchas ocasiones totalmente incompetentes de resolver. Los casos más nimios y absurdos suelen prolongarse durante años, como si estuviéramos hablando de obras ciclópeas como las del metro o la sedes de la Diputación y Urbanismo, ejemplos horteras y de derroche a no seguir.
Uno de los ejemplos que habrían merecido la portada del semanario El Jueves fue la permanencia durante más de una docena de años de un cartel de la Junta de Andalucía, a dúo con el Ayuntamiento, en la barriada del Romeral.
Se encontraba en una parcela de la calle José Ribera (pintor y dorador malagueño que no debe confundirse con José de Ribera) con la calle Carmen Laforet. En concreto, anunciaba con mucho optimismo la urbanización del sector Sup-T-7 El Romeral Pol.2, destacando que las obras se iniciarían el 7 de junio de 1995 y acabarían el 7 de agosto de 1996. Ni un día más ni un día menos.
Como es obvio, las obras ni llegaron a comenzar, pero el cartelito permaneció sin ningún rubor desde 1995 hasta 2008. Nada menos que 13 años dejando en muy mal lugar estos dos entramados administrativos, el autonómico y el municipal. La parcela, por cierto, sigue criando malvas y malas hierbas a la espera de que alguien haga algo con ella.
Pero no se crean que esta capacidad de reacción inmediata, estos reflejos de atleta sólo se dan en este rincón de Málaga.
Con modestia pero con mucho tesón, un cartelón instalado en una zona de esparcimiento de la barriada del Duende, junto al Camino de San Rafael, está adquiriendo experiencia y se perfila como el siguiente resto arqueológico administrativo.
La pieza en cuestión es un cartel de la empresa Civesa, constructora del campo de fútbol del barrio, que ya tiene algunos espolones. Se entiende que esta empresa luciera cartel durante las obras, pero el campo del Duende fue inaugurado en mayo de 2010, así que 29 meses después de tan inolvidable evento, el cartelito sobra, algo que la Fundación Deportiva Municipal conoce pero otra cosa es que haga algo y de momento, se lo toma con filosofía.
El cartel marca además un lugar infausto para la eficacia administrativa, pues por donde está clavado se extiende un camino terrizo que estos días de lluvia ya se imaginan cómo está.
El trajín de los camiones por las obras del campo de fútbol, así como los del enterramiento de las vías de tren se cepillaron este camino, que antes estaba adoquinado. Los responsables del inevitable destrozo, Adif y el Ayuntamiento, acordaron reconstruir la senda peatonal pero sólo los ferroviarios han cumplido y falta el empujón municipal.
Pequeños detalles que se eternizan y en el caso de los cartelitos, ejemplos humorísticos de incompetencia.
Televisivo
El concejal de Movilidad, Raúl López, participó el pasado domingo en el programa de Bertín Osborne Un mundo mejor, para hablar de su vida y de la experiencia municipal tratando de hacer de Málaga una ciudad más accesible.