Entre las críticas que recibió el actual cartel de la Feria de Málaga, dominaron las que entendían que su autora había utilizado una herramienta de retoque fotográfico bastante ramplona con la que se pueden hacer carteles en serie de todas las ferias de España sólo cambiando lo que aparece tras el rasgado.
Herramientas aparte en este mundo atiborrado de herramientas tecnológicas, el cartel ha sido uno de los más exitosos de los últimos 20 años, precisamente por su simplicidad y por dar un respiro al espectador, que cada feria tiene que contemplar el manido cartel tradicional, un modelo bastante agotado ya, en el que también abundan los motivos vistos una y mil veces como la malagueña con el traje de faralaes, los fuegos artificiales o la Farola.
Y para constatar el éxito del cartel de Feria, sólo hay que ver la repercusión que está teniendo en la publicidad de otras empresas y marcas, en las que su influencia es innegable y en algunos casos, directamente se reproduce tal cual.
Haciendo un repaso a la publicidad de estos días, comenzamos por la de los grandes almacenes El Corte Inglés, con el cartel reproducido y de fondo el cielo lleno de fuegos artificiales.
Cartojal se sirve del cartel para que irrumpa una botella del líquido feriante en mitad del rasgado del cartel original y con el tapón adornado de los mismos lunares blancos sobre fondo rojo. La botella, por cierto, está agarrada por El Pimpi de las bodegas del mismo nombre.
Precisamente, las bodegas de la calle Granada también se apuntan a la moda y además de repetir botella de Cartojal y El Pimpi flamenco, emplean el cartel rasgado para mostrar, en lugar de los lunares de feria, una vista de la terraza del establecimiento que da la calle Alcazabilla.
También el nuevo canal de televisión local 101 recoge el guante y para anunciar sus retransmisiones de feria emplea el rasgado y lunares parecidos, aunque no idénticos.
Por último, tenemos el agua de Cazorla, cuya botella también irrumpe en mitad del cartel, y hasta el centro deportivo Inacua se apunta al bombardeo exhibiendo en su publicidad el famoso rasgado feriante, con la oferta de sus actividades en el interior.
Nunca un cartel teóricamente tan fácil de hacer dio tanto juego ni llamó tanto la atención. Será que, por mucho que le lluevan las críticas, no es tan malo. Feliz feria.
Árbol recién nacido
Si pasan estos días por la plaza de la Merced, acérquense al lateral más próximo al antiguo cine Victoria y sin ningún miedo a que les tomen por locos observen las copas de los árboles.
En concreto, aproxímense a un pequeño ailanto y verán cómo de sus ramas cuelgan seis o siete patucos. Según explican algunos testigos, se trata del ritual que siguen algunos vecinos de la zona de Lagunillas cuando les nace un niño.
Cada patuco es la celebración por un bebé llegado a este mundo y como todos, a lo que buenamente se pueda.