En la reciente inauguración de la segunda pista del aeropuerto de Málaga se constató por qué España es la primera potencia europea en número de políticos, asesores y cargos de confianza, ya que estos salieron hasta debajo de las piedras, recordando la temporada de setas en la cornisa cantábrica.
Por eso, sirva esta imagen aeroportuaria de exceso de cargos públicos para contrastarla con el trabajo alejado de los focos y sin embargo, muy fructífero, de los botánicos de La Concepción, que llevan un verano dándonos gratas sorpresas.
Ayer, sin ir más lejos, saltó la noticia de que habían logrado reproducir algo hasta ahora inaudito en España, un nenúfar gigante, que además es el único de Europa que crece en el exterior y pudiendo alcanzar los tres metros de diámetro es como un monumento al paraguas.
Habrá quien se pregunte para qué sirve un nenúfar gigante que además recuerda a un monumento al paraguas. En ocasiones, supera en utilidad la de muchos asesores políticos, pues para empezar aporta belleza y biodiversidad, algo en lo que las plantas suelen ser imbatibles.
El jardín consiguió las semillas de este nenúfar sin complejos, cuyo nombre científico es Euryale ferox, del jardín botánico que se encuentra en medio de la ciudad suiza de St.Gallen. Por cierto que en este jardín botánico comienza un paseo de dos horas en el que se pueden ir visitando modelos a escala (obvio) de los planetas del sistema solar.
A este reto del nenúfar gigante hay que sumarle el anunciado recientemente por este diario: el cultivo en el exterior del brezo de las minas o Erica andevalensis, una planta endémica, en peligro de extinción, que crece en la zona de las minas a cielo abierto del Andévalo onubense. El programa Phoenix de trabajo coordinado con jardines botánicos de España y Portugal ha hecho posible este pequeño milagro botánico que asegura la continuidad de la preciosa plantita.
El jardín botánico cuenta desde hace poco con una rocalla de la diversidad, en la que se conservan numerosas plantas en peligro de extinción de los dos países, con un rincón dedicado a las plantas endémicas de Málaga.
Todas estas importantes noticias botánicas se deben sin duda al trabajo del nuevo gerente del jardín, el catedrático de Botánica Alfredo Asensi, y a su equipo de botánicos, muchos de los cuales han sido sus alumnos. El perfil botánico del nuevo gerente ha sido un acierto.
Por eso, una vez más, imploremos a esa ignota panda de zopencos que vegeta en algunos rincones del Ministerio de Fomento, magno organismo que en sus múltiples denominaciones lleva desde 1994 sin ponerle aceras a un tramo de 500 metros de titularidad estatal, el que falta para que a La Concepción se pueda acudir a pie, sin jugarse el tipo, desde el final de la línea 2 de la EMT hasta las puertas de la finca.
Es posible que alguno de estos especímenes de Fomento engrosaran la turbamulta política el día de la segunda pista del aeropuerto. Para algo somos una potencia internacional en inútiles con despacho.