Hoy diremos el pecado pero no el pecador y es que, habrá que decir como la canción, Ahí viene la plaga, una plaga que convierte a Faulkner y a Proust en maestros de la concisión y de la frase corta comparados con algunas notas de prensa que se perpetran en Málaga.
Cada vez con más frecuencia, los departamentos de prensa mimetizan la farfolla vocinglera de muchos de nuestros políticos, gurús de las tecnologías y expertos en mercadotecnia empresarial y en lugar de tamizar sus ininteligibles declaraciones, repiten y amplifican sus mismos tics, dando como resultado unos textos que ni el egiptólogo Champollion podría con ellos.
Tal es la profusión de notas de prensa de administraciones y empresas escritas en este lenguaje críptico y cabalístico, que muchas veces los periodistas nos convertimos en una reedición de la Escuela de Traductores de Toledo, para interpretar las frases y palabras kilométricas, los requiebros lingüísticos y expresiones en inglés técnico que ni siquiera conoce el vulgo (inglés).
Después de un duro día de trabajo, cuando arrecian estas notas de prensa, muchos periodistas nos apretamos los machos y hacemos un último esfuerzo para tratar de aclarar al lector qué demonios ha querido decir este ente administrativo, banco, empresa puntera o archipámpano de las Indias con su verbo intrincado.
Y si quieren un ejemplo, esta misma semana una nota de prensa hablaba de que se iban a seleccionar unos conductores para un proyecto. Dicho así, resulta meridiano, y sin embargo, algo tan sencillo se convirtió en: «Se procederá a la elección de los participantes en el proyecto (…) entre los que se buscará obtener la mayor variedad posible de tipologías en cuanto a diversidad de recorridos y usos». Y no falta ni la tipología que, en teoría, es la ciencia que estudia los tipos.
Esta tendencia entronca con el comentario jocoso de un periodista inglés, que señalaba que Moisés nunca le dijo al faraón lo que sigue: «La consecuencia de no liberar a cierto grupo étnico podría dar lugar en última instancia a algún tipo de manifestación de las algas en la principal cuenca hidrográfica, con resultados imprevisibles para la flora y la fauna, que podrían afectar al consumo humano». En su lugar, Moisés fue al grano y le soltó: «Las aguas del río se convertirán en sangre, los peces que hay en él morirán y el río apestará». Más claro, agua del Nilo.
En Málaga el río de las palabras muchas veces forma meandros interminables que no desembocan en ninguna parte. Si una nota de prensa busca llegar al mayor número de personas, ya me dirán el papelón de algunas.
Julián Sesmero
El próximo sábado se recordará al académico, locutor, periodista e investigador Julián Sesmero Ruiz cuando se cumple el primer aniversario de su muerte.
A las 20.30 horas se celebrará una misa en la parroquia de San Sebastián de Alhaurín de la Torre, ciudad de la que era Hijo Adoptivo. Seguro que muchos amigos se acercarán a recordar y homenajear a este malagueño renacentista e incansable.