Niños y mayores se están quedando de piedra viendo a los dinosaurios del Palacio de Ferias.
Pero ojo, no hablamos de dinosaurios en sentido figurado, olvídense pues de esos cargos políticos que nos acompañan desde nuestra infancia y están empeñados en seguir a nuestro lado hasta nuestra vejez. Se trata de dinosaurios de los de antes, bichos del tamaño de la Catedral que si hubieran sobrevivido al famoso meteorito y cobraran derechos de autor, la economía mundial se resentiría aún más porque mercadotecnia de dinosaurios hay hasta en la sopa.
Pero en esta excelente muestra de tiranosaurios y animalitos con más dientes que una revista de caballos faltan criaturas prehistóricas autóctonas, desaparecidas de Málaga por la falta de esmero de nuestras autoridades.
Es el caso del poste de teléfonos que durante tantos años acompañó a los viandantes de la calle San Juan, y cuya madera, contaban las leyendas, procedía de la zona para marsupiales del arca de Noé, tal era la antigüedad del armatoste. No me digan que no hubiera quedado de fábula el contar con este poste bíblico junto a dinosaurios entrados en años.
Pero este descuido de nuestra administración, casi siempre falta de reflejos, se puede enmendar enviando al moderno palacio postes con más años que una bandá de loros y que todavía, para asombro de propios y extraños, sobreviven en nuestras calles igual que en los años 20 y 30 del siglo pasado.
Es el caso de un grupo de postes de teléfono y posiblemente de la luz que se encuentran en el cruce de la calle Pepote con la calle Sirena (nombre idílico para un desaguisado).
Si usted pasa por estas calles de las playas de Pedregalejo, mire al cielo con precaución porque aunque brille el sol, lo verá cubierto de una maraña de líneas negras. No tema, no tendrá que ir al oculista, es la tercermundista instalación que todavía persiste en la era de los smartphones y las luces led. Y es que este rincón de Málaga está casi igual, en lo que a estas tecnologías se refiere, que en tiempos de Primo de Rivera.
El espectáculo es realmente digno del Jurásico o el Cretácico, las gruesas lianas de comunicaciones se entrecruzan en un auténtico galimatías aéreo y los vecinos o quizás algún técnico, para que algunos de estos cables no toque el suelo, lo han atado con una cuerda.
Esta situación está tan alejada de los nuevos tiempos tecnológicos, que nuestro Ayuntamiento haría bien en alejar de la zona a todos los patronos del Málaga Valley, no vaya a ser que se nos caiga la imagen de ciudad puntera.
El mismo problema tienen en la barriada de Girón, en donde la telefonía con hilos ha dejado un paisaje cutre e indigno que ninguna administración enmienda. Cría cuervos…que luego se privatizan.
Gratis total
La Opinión publicó ayer en sus páginas de deportes una foto del Málaga en el que se ve a un espectador que parece el hermano gemelo de Lionel Messi, con la bufanda del Málaga C.F. al cuello. Soñar es gratis.