Alguna vez hemos hablado en esta sección de los pequeños detalles que faltan en Málaga y que, si no faltaran, mejoraría muchísimo la imagen general de esta ciudad que tanto necesita del Turismo.
Lo repetiremos una y mil veces, pero es inconcebible que en la ruta más frecuentada por los turistas, la que une la Casa Natal de Picasso con el Museo Picasso, permanezca como una nave pirata desvencijada la fachada mugrienta y cubierta de telas negras del palacio de los Gálvez.
Que el Ayuntamiento no tenga la potestad de obligar a la empresa propietaria a cubrir la fachada con un toldo y que la empresa propietaria no tenga la sensibilidad de tomar una medida que anunció hace años dice muy poco de esta ciudad.
Pero hay pequeños detalles que se van solventando aunque hayan transcurrido casi nueve años (cuando se inauguró el Museo Picasso) desde que eran imperiosamente necesarios. Me refiero a eso que los políticos más robotizados llaman «la señalética» y que las personas normales, sin tantas pamplinas, conocen como las señales. Ha sido una gratísima noticia conocer esta semana, de manos de la concejala-diputada Carolina España que por fin los museos de Málaga van a tener una señalización unificada que acabe con el descontrol anterior.
Recordemos esos tiempos montaraces en los que el Ayuntamiento no tuvo el más mínimo interés en señalizar, en sus inmediaciones el Museo Picasso, a causa de una mentalidad de reino de taifa administrativo: como el Museo Picasso no era de competencia municipal, que lo señalizara la Junta. Los turistas, claro está, se quedaron a cuadros por este ejemplo de eficacia y colaboración por el bien de los administrados.
Bastante se avanzó, todo hay que decirlo, a partir de 2007, con unas señales municipales unificadoras para que al menos el personal visitante no se perdiera por los alrededores y localizara las cosas, pero faltaban estos hitos, mojones culturales (no es ninguna metáfora) o señales junto a los museos que dieran una sensación de ciudad organizada.
Como muchos ya sabrán, las nuevas señales promocionan la marca Málaga, Ciudad de Museos y contienen amplia información sobre 29 espacios culturales en tres idiomas y en Braille.
Pueden hacerse muchas más cosas. En el Madrid más histórico las placas de las calles vienen acompañadas por un dibujo del hecho, oficio u objeto al que está dedicado la calle y si se trata de una persona, de su año de nacimiento y muerte. Algo así en Málaga sólo se consiguió de forma bastante aislada en avenidas como la de Velázquez, el paseo marítimo Pablo Picasso o la plaza de Manuel Azaña.
Incorporar estas placas al Centro Histórico de Málaga le daría un aire bastante interesante a nuestra ciudad, empezando por la sensación de que esta Málaga tan ninguneada durante tantos años cuenta con una historia (que no comenzó como creen algunos jóvenes con las obras de la Prolongación de la Alameda). Felicidades al Ayuntamiento por esta medida, es más importante de lo que muchos creen.