Casi cuatro décadas regalando el mejor hogar

17 Nov

Si los tiempos son difíciles, más complicado lo tienen las ONG que dependen de una generosidad que, a causa de la crisis económica, también se aprieta el cinturón. Mérito tiene por tanto la dedicación constante de la ONG Nuevo Futuro, que trabaja sin descanso en Málaga desde el ya lejano año de 1972.

Son casi 40 años acogiendo a niños en hogares desde que nacen hasta que llegan a la mayoría de edad y encarrilando sus vidas, que en muchas ocasiones han sido víctimas de abandono o maltrato.

Un trabajo incansable y diario el de dar amor, apoyo y educación y que en ocasiones, el público que asiste al tradicional mercadillo navideño de esta ONG ni siquiera es capaz de imaginar.

Y es que, a un mes de la Navidad, los árboles no deben impedirnos que veamos el bosque, la gran obra social de esta ONG malagueña que recauda buena parte de sus recursos anuales en el Rastrillo, que ayer se presentó en sociedad, con el pregón del arquitecto malagueño Salvador Moreno Peralta. A su vez, se dio a conocer el cartel del artista Andrés Mérida, quien ya ha colaborado en otras ocasiones con Nuevo Futuro.

Las circunstancias de este año son además muy especiales porque, según comenta la ONG, este año no estará Expo Maroc, un evento que coincidía con el Rastrillo en el Palacio de Ferias y que hacía posible que clientes que acudían a la exposición de objetos marroquíes se pasaran por el mercadillo navideño.

En cualquier caso, este año durará un día más, ya que comenzará el sábado 3 de diciembre y concluirá el jueves 8, seis días de intenso trabajo colectivo, gracias a la ayuda de decenas de voluntarios y a la colaboración de más de 300 entidades públicas y privadas.

Por solo un euro de entrada, el visitante del Rastrillo tiene acceso a los regalos navideños más variados. Ahí está, como todos los años, la Tómbola regentada por antiguas alumnas del colegio de La Asunción y que reparte 8.000 premios; los productos del campo en Mi Pueblo o los dulces de La despensa de la abuela. La moda para jóvenes se encuentra en París Gilton (con G), y los productos exclusivos en la Delicatessen. No faltan libros de segunda mano en La Buhardilla ni los pascueros en el puesto Aromas de Melilla.

En realidad, estamos ante una versión reducida de El Aleph de Borges, esa esfera que incluía todo el universo. En El Rastrillo, encontramos lo imprescindible y lo accesorio pero también lo inesperado. Y por encima de todo, el trabajo de una ONG que tiene en Málaga capital cinco hogares y dos más en la provincia con los que regalan a cientos de niños, desde hace casi cuatro décadas, un futuro nuevo. Merecerá la pena acercarse al Rastrillo.

Pedantería en la pared

Ayer hablamos en este diario de los problemas de ruido de los vecinos de la calle Argentea, que tienen enfrente el polideportivo de Carranque. En este calle, dos pintadas lanzan al mundo este mensaje, que entra de lleno en la pedantería: «Disonancia activa» y «Cacofonía eterna». Ellas mismas.

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