El poeta decía eso de que «hay muchos mundos pero están en este». Y la verdad, no exageraba. Sin ir más lejos, en el número 2 del Muelle de Heredia, el bar cervecería Depicoteo encontrarán dos mundos para que puedan recorrerlos con tranquilidad.
Los fotógrafos malagueños Juan Mir y Oskar M.G. han viajado respectivamente por Tanzania y Perú en los últimos meses para exponer 26 ventanas asomadas a esos mundos en los que se alternan animales salvajes y edificios coloniales con paisajes que parecen salidos de un buen sueño.
Pertenecen estos dos artistas al foro de fotografía F28, que tiene sus cuarteles virtuales en la página web www.fotosyfotos.es. Ambos comenzaron jóvenes a descubrir con su cámara los detalles ocultos de este y otros mundos. Juan Mir empezó revelando fotos en su casa con 19 años y tras un parón de una década, su mujer le regaló una cámara digital y se reenganchó a lo que sigue siendo una de sus mejores formas de disfrutar del tiempo libre. Y desde que tenía 12 años, Oskar M.G. siguió los pasos fotográficos de su padre en sus escapadas al campo y llegó un día en que anduvo solo, con la compañía de una novedosa cámara digital.
Los dos fotógrafos son unos autodidactas que se han fraguado mirando por el objetivo y leyendo mucho. Y para constatar sus buenas artes, esta completa exposición con algunas instantáneas difíciles de olvidar.
Los parques naturales del Serengueti y Ngorongoro, Arequipa y Cuzco, masais e indígenas peruanas… Perú y Tanzania aparecen unidos por miradas nuevas que tanta personalidad dan a las buenas fotografías.
Ahí tenemos ese sillar gastado, con 12 esquinas, pieza grandiosa de un puzzle constructivo en Perú o esa hipnótica convención de cebras. Emociona la mirada de esa niña masai llena de churretes como inquieta una flecha indicativa en el Machu Pichu que sólo nos conduce a un abismo de niebla.
El arco iris rasga el gris del cielo en el poblado africano mientras en Arequipa resplandece su blanca catedral, cubierta por gruesos copos de nubes. Acompañan las fotografías –a la venta– los textos de Elisabet González Muñoz y el propio Oskar M.G. La exposición puede visitarse hasta el 23 de octubre en este bar vecino de los jardines del Barrilito, en horario de 7.30 a 18.30.
Merece la pena este gran viaje por partida doble que tenemos, literalmente, a la vuelta de la esquina.
Encuentros
La semana pasada, mientras una verdadera riada de políticos, encabezada por el alcalde de Málaga, visitaba el Centro Histórico, se acercó a curiosear un grupo de turistas italianos que, informados de la identidad de los políticos, quisieron hacerse una foto con Francisco de la Torre, que accedió al momento.
Nada que ver con la aproximación hecha por una turista malagueña al estadista Simon Peres en Jerusalén a comienzos de los 80. Visto el talante poco amistoso de los guardaespaldas tuvo que aclarar campechana: «Simon, si no te vamos a matar». El político israelí sonrió. Supiera o no español había entendido el mensaje.