Todo empezó a cambiar esa tarde veraniega de 1959 cuando en la plaza del Siglo, en la tienda de electrodomésticos Taisa, los malagueños vieron funcionar por vez primera una televisión que proyectaba imágenes del extranjero.
Y sin embargo, el nuevo invento, paradojas del destino, coincidiría con una de las épocas doradas de la radio en Málaga, que en los años siguientes se nutriría de voces jóvenes y muy profesionales como las de Mari Tere Campos, Gonzalo Fausto, Domingo Mérida, Diego Gómez, Paco Fadón, Antonio Guadamuro, o el desaparecido Julián Sesmero.
El libro que acaba de publicar el periodista Joaquín Palmerola Cánovas, Málaga y la Radio, no sólo recoge con todo detalle esos años tan queridos para los oyentes de la capital, sino que examina la historia de este invento que revolucionó la vida de los malagueños tanto o más que la televisión. Desde sus primeros pasos en el lejano año de 1925, en sus intentos iniciales de emisión, hasta 1985. 60 años en las ondas, un trabajo que se puede calificar de faraónico y que el propio autor ha editado con una impactante portada del diseñador Rubén Olivero en la que no faltan ni los monumentos distintivos de Málaga ni una radio que bien podría ser una Phillips o una Askar de finales de los 50.
Lo de faraónico no es ninguna exageración pues se trata de la primera historia de la radio en Málaga y todo el terreno explorado es inédito.
Anécdotas, programas radiofónicos, fotografías, curiosas estadísticas de aparatos radiorreceptores…no se olvida este libro de lectura muy amena de ningún detalle, incluidos algunos guiños a la actualidad, hasta el punto de que concluye con una foto histórica, más próxima en el tiempo: la grabación que Antonio Linares Rosado, de Onda 8, realizó de una velada en Antequera con José Antonio Muñoz Rojas, Miguel Ortiz Berrocal y los hermanos Enrique y Gerardo van Dulken.
Los derechos de reproducción han impedido al autor acompañar el libro de un CD con grabaciones históricas. Algún día llegará una edición tan completa. En la obra actual no se echan en falta locuciones y sintonías, las voces de la radio están tan presentes que las oímos mientras pasamos, enfrascados en la lectura, las páginas.
Cauce y lanzamientos
Sorprende que en estos días de Feria, en los que el número de visitantes es el más alto de todo el año, haya partes de la ciudad tan dejadas de la mano de Dios como la cuenca del Guadalmedina.
Si usted se pasa por el puente de la Aurora y mira hacia abajo, verá un revoltijo de basura que permanece inalterable desde hace semanas, con el añadido de que algún gorrino ha lanzado hace poco una bolsa de basura desde el puente. Si la responsable de la limpieza del Guadalmedina es la Junta, no se entiende cómo nuestra oronda administración autonómica no tiene tiempo, ganas o presupuesto para bajar a dos personas y acabar con este panorama tan desmejorado.
Yo, que no soy de Málaga, la quiero más que muchos de aquí. Y me he llevado una alegría al conocer por su blog la publicación de ese libro sobre la radio malagueña que el martes mismo iré a comprar. Me reservo un comentario posterior -si el «blogmaster» me lo permite- tras leerlo, no al revés. Mi interés se centra en un personaje muy concreto: Maritere Campos (¡gracias por escribirlo así sin hacer caso del recauchutado y acomplejado ‘María Teresa’!) persona poliédrica (me quedo ahí) y creo que poco agradecida con quién le «salvó la vida» y la encumbró hasta las más altas cotas de la radio… azul. Los oyentes recordamos muy bien los noticiarios emitidos desde Alarcón Luján o desde la proximidad de Gestoría Gallardo. Y hasta la sintonía: «España», de Chabrier. Y muchas más cosas que ella oculta y calla. Espero al libro. Gracias por permitirme expresarme aquí. Un saludo afectuoso para usted y para todos los lectores.