Concentración arbustiva en Capuchinos

30 Jun

La distribución de poder de las administraciones ha variado bastante en los últimos años. El poderoso gobernador civil del pasado es hoy el subdelegado del Gobierno, con una función que cada día se asemeja más a un jarrón chino.

Por contra, el engorde competencial se ha notado en la Junta de Andalucía, que presenta ya unas hechuras que cualquier día entrará de lleno en la categoría de la obesidad mórbida administrativa.

Mucho menos entrada en carnes, aunque con aspecto rollizo, se encuentra la administración municipal.

Con este reparto de las calorías, es normal que de la administración del Estado esta sección hable de higos a brevas, mientras que la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento se lleven casi toda la atención, seguidas muy de lejos por la administración provincial, que para algunos también es un jarrón chino, pero de los caros.

Pero hoy toca hablar de la administración central porque la zona exterior del antiguo convento y cuartel de Capuchinos, hoy Centro de Internamiento de Extranjeros, está hecho unos verdaderos zorros.

Si el visitante quiere llevarse una impresión aún más penosa, sólo debe subir los veinticinco gastados escalones que unen la calle Empecinado con la plaza de Capuchinos y que, puesto que se trata de una escalinata histórica, no debería presentar ni tantos hierbajos ni tantos requiebros en su acabado. Un día de estos habrá que plantearse rehabilitarla o emplazar en lo alto una Casa de Socorro para auxiliar a todos los que suban por ella.

Sin embargo, la escalinata, que suponemos que es municipal, es una menudencia comparada con el parterre que se extiende por el lateral del antiguo cuartel, a lo largo de cien metros, delante de la calle Empecinado.

Cuando uno sube los escalones, mejor que no mire a la izquierda: tendrá una versión muy poco amable de la Naturaleza. En efecto, ante él se extenderá un mar descendente de rastrojos secos, arbustos del tamaño del árbol de Navidad de la plaza de la Constitución y una dosis bastante resultona de basuras varias.

No es de extrañar que algunas zonas del Amazonas no disfruten de la variedad vegetal y animal de esta parcelita en la que también se aprecian excrementos, suponemos que de perros, porque es el lugar ideal para que las mascotas hagan de lo suyo, con riesgo evidente de que se pierdan y no regresen.

También llama la atención el que un lugar en el que no sería descabellado imaginar una concentración de chinches, tenga enfrente, a muy pocos metros, un parquecito infantil. Muy pronto, si los jardineros no lo remedian, las almenas del cuartel y el viejo torreón-garita serán sobrepasados por este jardín seco y salvaje. Ya les vale.

Verbena

Varias asociaciones benéficas y comedores sociales preparan una verbena el próximo mes y piden la ayuda de artistas malagueños que quieran colaborar de forma desinteresada. Más información, 666 399 389.

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