A estas alturas, si uno se pone a hablar de las elecciones municipales puede que busquen algún objeto con forma de frisbee para lanzar al firmante si alguna vez me ven por la calle. Puesto que uno luce una calva reflectante, sería una objetivo muy sencillo.
Hacen bien –en imaginarlo, no en intentarlo– pues los medios de comunicación necesitan espacios para que todos ellos no se conviertan en una inmensa catarata de datos, análisis y contra análisis electorales.
Por eso hoy la mirada de esta sección está dirigida al cielo, y en lugar de a las gaviotas, echaremos una ojeada a los vencejos que ya nos alegran la primavera y que seguirán acompañándonos en los primeros días del verano.
En otras ocasiones hemos hablado de su centro de operaciones en la plaza del Obispo, pero hay otro rincón muy querido por este pájaro que suele ir en grupo y puede volar durante largas horas. Se trata de la calle que hay a espaldas del Ayuntamiento y el Banco de España, dedicada a Guillén Sotelo. A primeras horas de la mañana comienza el juego aéreo, con los pájaros bailando en el aire, sobre todo en el pasillo que existe entre el Rectorado y el muro del paseo de Don Juan Temboury, un ballet aéreo que tiene como objetivo cazar al vuelo los insectos mañaneros, aunque investigadores hay de los vencejos que aseguran que la diversión está por encima de la finalidad alimenticia.
Un grupo más reducido de pájaros repite la misma danza de la Primavera en la plaza de la Aduana, sobrevolando varios siglos de arquitectura: el palacio del XVIII, la vivienda del XIX con un cierro poligonal de cristales y la casa de los años 20 donde se encuentra la confitería La Exquisita. La imaginación vuela al fin.
Energía
Las pasadas elecciones el firmante pasó un día con el alcalde, una experiencia que ya vivió en las elecciones de 20o3, sin que en estos ocho años uno notara decaimiento energético alguno. Por eso, en un aparte le preguntó si por las noches se enchufaba a alguna fuente de alimentación que justificara que siguiera moviéndose más que los precios.
Felicidades y que en los próximos cuatro años los aciertos municipales superen a los errores que de eso se trata en política (y en la vida).
En blanco
La Noche en Blanco en el Cementerio Inglés fue un rotundo éxito y a los pocos minutos el público agotó las entradas para hacer las visitas por el camposanto, así como para el espectáculo de música y poesía en la iglesia protestante de Saint George.
Parece que el blanco le va bien a este cementerio tan unido a Gran Bretaña, un país cuyos acantilados blancos de Dover lo convirtieron en la Albion de los romanos, aunque los históricos roces con España le añadieron el adjetivo de «pérfida».
El paso de los años ha ido dejando en el olvido este pérfido adjetivo, como lo demuestra esta exitosa noche in albis que quizás augura un futuro más esperanzador para esta joya olvidada del patrimonio de Málaga.