Trascurridos tres meses desde el último recuento, esta sección regresa hoy a uno de sus lugares comunes y más fascinantes: los objetos perdidos de la EMT.
Contemplando esta lista y sin entrar en honduras antropológicas, queda claro que, al menos en Málaga, somos lo que perdemos. Sin embargo, a esta apreciación hay que hacerle una puntualización: Freud ya señaló que muchas de estas pérdidas eran en realidad intencionadas y en suma, lo que extraviamos en el fondo es que lo queremos tener bien lejos de nosotros.
Se entiende así que en el primer trimestre del año dos usuarios anónimos hayan perdido sendas bragas de cuello, nombre ciertamente horrendo y que hace referencia a ese artefacto de tela que se colocan muchos malagueños que van a Sierra Nevada, en la creencia de que nunca están lo suficientemente abrigados para atrapar una pulmonía, si no un esguince.
Para completar el cuadro de esta ropa interior de cuello, otro usuario (ignoramos el sexo) se dejó olvidado el 11 de marzo unas bragas sin más, aunque la escueta lista de la EMT no precisa si era un paquete de tres o si alguien se había desprovisto del objeto a sabiendas, lo que le daría tintes mucho más literarios que las bragas para esquiar.
De lo que nadie duda es que ha vuelto a ser una buena temporada hídrica como dan fe los 59 paraguas olvidados en el abanico de líneas de la EMT, destacando el 11 de marzo con 12 paraguas desnortados. Para corroborar el agua de los cielos, sólo se registró la pérdida de un par de gafas de sol y curiosamente fue el Día de Reyes.
Sin abandonar la pasada Navidad, quizás el objeto más tierno de los extraviados fue un oso, localizado en la línea 15 la víspera de Reyes. Si deducimos por lógica que no se trata de un oso pardo, lo que habría creado el pánico en el autobús, tenemos que pensar en ese niño que, a la vuelta de la Cabalgata de Reyes, descubre que el oso de peluche ha preferido seguir de tournée para visitar la ciudad. Las lágrimas que habrá soltado ese niño sólo son comparables a las precipitaciones de estos días.
Por lo demás, las pérdidas, aunque a veces sean irreparables, siguen siendo precisas, de ahí que la Empresa Malagueña de Transportes distinga entre las 17 carteras perdidas y las 7 carterillas extraviadas de enero a marzo.
Y si las bragas son algo exótico para taparse el cuello y alrededores, el catálogo de prendas perdidas para el mismo fin es bien amplio: bufandas, pasminas, pañuelos, fulares, chales, echarpes e incluso una estola, suponemos que de piel y no destinada al uso litúrgico.
Quizás ustedes concluyan que no se les ha perdido nada en este entierro. En ese caso y visto el panorama, conforman una minoría.
Baños del Carmen
Si el tiempo no persiste en desbaratar con la lluvia festivos, puentes y fiestas de guardar, mañana domingo, desde las 10 de la mañana hasta las 5 de la tarde tendrá lugar la celebración del mercadillo mensual de los Baños del Carmen, que para la ocasión prepara su buena dosis de entretenimiento y puestos de artesanía a la orilla del mar. Suerte.
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