No deja de tener su gracia la fiebre inauguradora de toda víspera electoral. Incluso en época de vacas flacas como la que padecemos, los políticos malagueños se las ingenian para inaugurar todo lo que se mueva.
Así, como el presupuesto municipal de estos cuatro años no ha dado para muchas alegrías, la moda actual consiste en inaugurar a todo trapo calles, plazas y jardines.
Si lo piensan, la rentabilidad electoral es muy alta y el precio casi simbólico. En muchos casos no estamos hablando de abrir nuevas calles y plazas sino de sustituir el nombre antiguo por el nuevo. Ya me dirán qué gasto para el erario público supone comprar un par de cartelitos para el rincón inaugurado, una bandera de Málaga para descubrir el cartel y la reproducción del nombre de la calle para el homenajeado.
Desde el punto de vista electoral, todo son ventajas, pues se trata de actos entrañables, cargados de emoción a los que, aparte del homenajeado y su familia, asisten los vecinos del barrio, potenciales votantes por el mero hecho de asistir a un acto tan hermoso.
Si el sentido del voto en Málaga, como aseguraba a este firmante un concejal, se decide en su mayoría «por impulsos», más que por reflexiones, qué mejor impulso que dejarse llevar por estos actos, ciertamente bonitos y emocionantes.
En esta época de vacas flacas, con muy buen sentido de la oportunidad nuestro alcalde no para de poner nombres a calles, plazas y jardines y uno se teme que un tirón muscular pueda afectar tanto sube y baja del brazo para descubrir el cartelito.
Desde el punto de vista periodístico, un servidor tiene que admitir que tantas inauguraciones son un filón informativo y de hecho en estas mismas páginas estamos dando cuenta de las incontables inauguraciones (y las que quedan, que son muchas).
En suma y siempre analizando este fenómeno desde el punto de vista electoral, se trata de una actividad municipal muy barata para el bolsillo de los malagueños pero muy rentable. Nada que ver con el despilfarro constructivo de la nueva Gerencia de Urbanismo, ejemplo europeo de arquitectura insostenible.
Si a esta acumulación de calles inauguradas le sumamos el colofón, que será el inminente Museo Thyssen, casi a las puertas del limite inaugurativo por eso de que llegan las elecciones, permítanme que les diga que nuestro alcalde ha jugado muy bien sus bazas en época de crisis y que toda esta actividad preelectoral recibirá su recompensa en las urnas.
Tomen nota otras formaciones si a lo largo de esta década que empieza llegan a la Alcaldía –todo es posible en política–.
Muebles
Una lectora lamenta que el servicio de recogida de muebles en la zona donde vive sea de 9 a 9.30 de la noche, cuando el portero de su edificio ya no está y no puede ayudarle a bajar los muebles. Esta lectora pide al Ayuntamiento que tenga en cuenta la poca capacidad para bajar muebles de muchas personas mayores en Málaga. Gracias.