Los estiramientos digitales vuelven a casa

15 Feb

Uno pensaba que después de haberle visto las caras (en televisión) a Silvio Berlusconi y a Carmen Lomana, estaba preparado para todo, pero faltaban por llegar las municipales a Málaga.

Cuesta creer que en pleno 2011, la unión de expertos electorales y expertos en Photoshop nos depare casi siempre unos resultados tan desgraciados.

El cartel de Pedro Moreno Brenes, por ejemplo, el candidato de Izquierda Unida, tiene toda la pinta de contar detrás con una buena dosis de filtros digitales, hasta el punto de que el candidato aparece como envuelto por un ambiente exageradamente vaporoso. Puede servir para cartel electoral pero también para la portada de una novela de Barbara Cartland.

Sin embargo, supera todas las expectativas el cartel del candidato del PP y actual alcalde Málaga, Francisco de la Torre, presentado el pasado viernes.

Contemplando el cartel, a lo sumo un servidor llega a la conclusión de que un primo o un hermano menor del primer edil se ha presentado a las elecciones. Ni rastro del auténtico Francisco de la Torre, que no tiene el pelo pintado como da la impresión en el cartel (o será un foco), ni la cara tersa como una rodilla sino curtida por la edad y el trabajo.

Si se trata con estas faenas de retoque de dar una buena imagen del candidato, el problema es que es complicado identificar ese rostro liso –como de algún material sintético– con el auténtico Francisco de la Torre.

Desde época inmemorial la consigna electoral más absurda sostiene que hay que eliminar los estragos de la edad para conectar con los votantes más jóvenes.

Sin embargo, ahora que por desgracia la imagen importa tanto, no puedes pasarte tres pueblos y convertir a nuestro apreciado alcalde en un invitado del Sálvame de Luxe. Mucho me temo que los expertos electorales que han perpetrado esta faena confunden los votos con el botox: una cosa es quitar alguna arruguilla y otra bien distinta transformar el cartel del candidato en el retrato de Dorian Grey.

No se desanimen, todavía quedan unos cuantos horrores por desvelar en los carteles de otras formaciones. El estiramiento digital hace época en Málaga pero quienes lo realizan no conocen lo bien que les iría en su trabajo si aplicaran un poco la contención.

Vivan las arrugas, reflejos de toda una vida (no caerá esa breva).

Las formas

La pasada semana, el firmante convirtío al delegado de Cultura de la Junta, Manuel García y al concejal de Urbanismo, Manuel García en Los Manolos, por su participación conjunta en una operación urbanística frívola, como de rumba catalana: la construcción de la mole hotelera en Hoyo de Esparteros.

Los aludidos, todo hay que decirlo, se tomaron con deportividad este apodo musical, en especial el primero del dúo, que agradeció el tono de la crítica, gesto que el firmante a su vez le agradece.

Dejemos los insultos soeces para las tertulias del corazón. Se puede discrepar, radicalmente, con lo que a juicio de un servidor es urbanismo vandálico pero hay que intentar no perder nunca las formas.

3 respuestas a «Los estiramientos digitales vuelven a casa»

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  2. si ya te mienten con el físico,que no harán en lo económico, nadie debería estar en el cargo más de dos legislaturas,hagamos algo.

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