Desde tiempos inmemoriales, el colectivo más ninguneado por las instancias oficiales, los medios de comunicación y los grandes almacenes ha sido ese importante grupo de ciudadanos que aguanta como un jabato los meses más calurosos para poder irse de vacaciones en septiembre.
En Málaga son miles los malagueños que, en edad de trabajar y con puesto de trabajo (cosa rara hoy en día), ven cómo llega al fin su hora de descanso cuando finaliza tal día como hoy, 31 de agosto.
Comienza para ellos, en algunos casos, un periodo vacacional que puede llegar a 15 ó 20 días e incluso prolongarse todo el mes. Sin ir más lejos, el firmante está en este grupo de sufridores veraniegos, que soporta todos los terrales que hagan falta, e incluso la inhumana prueba de trabajar en el Centro Histórico durante la Feria del Centro. Todo sea por disfrutar de los días de septiembre, aunque uno se incorporará al «evento» un poco más tarde.
Y sin embargo, a pesar de nuestro importante número, pocos medios de comunicación en España, organismos e instituciones nos tienen en cuenta.
Sin ni siquiera haber estrenado las vacaciones, los veraneantes de septiembre tenemos que soportar estos días un aluvión de noticias cenizas referidas al síndrome postvacacional o el estrés en el trabajo, mientras en los grandes almacenes escasean ya los bañadores y muchos objetos playeros y sólo se acuerdan de ese lema masoquista del regreso al cole.
Las tertulias de radio, además de dar el pésame porque ha llegado septiembre y se acaba «lo bueno», también dan la tabarra con una expresión muy manida: el «curso político» (con perdón), eso que muy pocos cargos electos aprueban con nota.
¿A qué se debe este ninguneo? Al fin y al cabo, también somos veraneantes porque el verano no acaba hasta el 21 de septiembre y en Málaga, el cálido veranillo del membrillo suele prolongar el estío hasta bien entrado octubre.
¿Es por envidia?, en ese caso no se nos trata con justicia porque a estas alturas del año todavía no hemos disfrutado de unas vacaciones merecidas. A ver si radios, periódicos, televisiones, tertulianos y políticos nos tienen en cuenta y de paso, demostrarán por este colectivo, al que le ha llegado el turno de descansar, el respeto y la sensibilidad que no suele merecer.
Tendremos que salir un día de estos con un pancarta, como los de Teruel, e informar al respetable de que «el veraneo en septiembre también existe». Y eso que estamos en la Costa del Sol.
El síndrome postvacacional, si se presenta, lo hará, a Dios gracias, en octubre, cuando la irrupción del otoño merme la intensidad de los síntomas. Que ustedes, descansen o no, lo pasen bien en el mes que se avecina.
El afilador
Escribe un lector para solicitar una calle para Manuel Ocón, el famoso afilador del Pasaje de Chinitas que tanto hizo por su ciudad.
Disfrute usted de sus bien merecidas vacaciones, señor Alfonso. Las mías empiezan el 06 de septiembre, por voluntad propia. No sé si es su caso, pero en mi opinión septiembre no es un mal mes para vacaciones, al igual que enero, o febrero, o marzo… Un saludo y, lo dicho, descanse y disfrute mucho. Le esperamos.
PD
Como usted debe saber, en diciembre tendremos la 1ª maratón ciudad de Málaga y, si usted la corriera y nos hiciera una crónica de la preparación, desarrollo y desenlace disfrutaríamos como niños (al menos yo). Anímese si puede, señor Alfonso. Por cierto, por ser la primera y con la intención de impactar y dejar huella y ganas de repetir en los, sobre todo, foráneos participantes, la empresa organizadora, durante los 17 primeros kilómetros nos va a hacer dar dos vueltas por las mismas calles, lo que sin duda deber ser único en el mundo entero, pues, al menos en los maratones que yo he corrido y/o conozco no ocurre, como es natural, claro. Debe ser que, la organización no ha encontrado suficientes calles (ironía). Málaga is diferent.