Cada vez son más los malagueños que guardan distancias ante el lenguaje alambicado y pretencioso y se lo toman con la coña marinera que merece. Por eso, ahora que llega el verano y la gente está con ganas de buscar distracciones, no hay nada como un informe de «estrategia urbanística malagueña» para pasar una tarde divertida.
Suponemos que los iluminados autores de estos informes farragosos, auténticas parrafadas de humo y castillos en el aire, estarán plenamente satisfechos del saber urbanístico que exudan por todos sus poros, pero lo cierto es que sólo unos pocos elegidos entienden algo más que un pimiento. El resto, no les quepa duda, simulan que han entendido algo.
Tengo en mis manos una joya oculta del mejor humor mediterráneo, de nombre II Plan Estratégico de Málaga, que en algunos capítulos es un compendio de fraseología barroca que ni siquiera expertos en ocultismo, egiptología y criptografía han sido capaces de descifrar por entero.
Entre los divertidos comentarios de este informe (al que no le negamos utilidad pero sí cuestionamos la jerga de algunos pasajes), nos encontramos con que el plan persigue la «consolidación de un esquema urbano policéntrico que preste servicio a la ciudad y al área metropolitana, dotándolo de las adecuadas estructuras de articulación interna». Esta frase es genial porque cuando acabas de leerla, no sabes si el sabio de turno está hablando de Málaga o de la rodilla de Iniesta.
Pero estas exhibiciones de sapiencia ocultistas recalcan además, en el apartado dedicado a las «sinergias» (otra palabra que nunca falta en boca de los urbanitas) el «fortalecimiento de los ejes viarios estructurantes», sin olvidar, un poco más adelante el «enfoque urbanístico integral», la «relocalización» ni, faltaría más, la «geometría variable» del entramado urbano.
Lo que realmente escama es que, a pesar de que el informe destaca las «directrices»?a seguir para que Málaga se «posicione» como un «referente» referencial en el mundo mundial, luego llega la Gerencia de Urbanismo y construye una sede consistente en un megaedificio de cristal frente a la playa, en el mismo plan que el de la Diputación, para que le dé bien el «soletón» de Málaga y se gaste lo que no está escrito en sistemas de reducción del calor que aminoren la tropelía.
En nuestra ciudad lo urgente es pasar de las «palabras alambicadas» a los hechos y sobre todo, dar ejemplo. Que ustedes disfruten este divertido informe que Urbanismo es el primero en ignorar.
Corte de agua
El pasado viernes, los vecinos del entorno de la calle Duque de la Victoria tuvieron un corte de agua de unas dos horas, que estuvo resuelto hacia las 12.30 de la mañana. Al parecer, Emasa aprovechó las obras en esta calle para cambiar una válvula antigua.
El gentilicio
Comentario captado el sábado, antes del encuentro de España, en la Acera de la Marina: «Hoy ganamos seguro a los uruguayos». Servidor tiene sus dudas.
Se están acercando, sin saberlo siquiera, (¡qué van a saber éstos…!), a los delirantes modos de lenguaje escrito de finales del siglo XVII, cuando todo o casi todo el Barroco literario se descomponía como un cadáver a la intemperie.
Tu comentario, como siempre, admirado Alfonso: lúcido, con el justo «picante», y si no fuera por las cosas que suele haber en juego en estos asuntos, se podría decir que divertido. Gracias por cuanto escribes.
En esas manos estamos, estuvimos –ya puede usted ver el resultado: arquitectónica y urbanísticamente, Málaga es una mierda, con perdón– y parece estaremos, señor Alfonso. Una desgracia como cualquier otra. Un saludo