La muralla de la calle Guillén Sotelo forma parte del complejo de los jardines de Puerta Oscura y por tanto, fue realizada en tiempos a juego con la zona verde, ‘oscuros’, gracias al esfuerzo de los presos políticos. Los de Puerta Oscura fueron además uno de los primeros rincones que visitó Franco nada más llegar a la ciudad conquistada. Tanta carga negativa la supo nivelar la Naturaleza transformando los aliviaderos de agua en nidos para las palomas.
Durante muchos años, los malagueños pagaron caro este despliegue natural, mayormente en facturas en el tinte, porque pasear por semejante ‘desfiladero’ era estar al albur de las cagadas de los pájaros.El Ayuntamiento decidió ‘aliviar’ el índice de riesgo cerrando buena parte de los aliviaderos con rejas. Pero la Naturaleza sigue su curso y en este trozo de Lugo en el que pronto se convertirá Málaga, las lluvias han hecho que las enredaderas cuelguen con ganas del muro.
¿Estaremos muy pronto ante esos jardines colgantes que el Ayuntamiento nos vendió en la nueva zona de la Coracha? En la administración todo este posible.
Pero este asomo de una primavera como pocas veces se ha visto en Málaga se ve truncado por una situación que ningún Ayuntamiento de los últimos 25 años ha sabido enmendar.
Como más de una vez hemos señalado en esta sección, sigue siendo un peligro y un cutrerío la verja de la subida al paseo de don Juan Temboury.
Con más de 70 años a sus espaldas, el hierro oxidado ha hecho reventar el recubrimiento de buena parte de la verja, mientras las grietas afloran en la piedra, justo en la zona de supuesta sujeción.
A la ‘flaccidez’ e inconsistencia de este supuesto sistema de seguridad hay que sumar algunas partes en las que, directamente, nada parece sujetar el tramo de verja, que ni siquiera se agarra a los muretes separadores.
Al peligro de coger el tétanos se añade el de quedar ensartado en los remates de la valla, en forma de lanza del ejército polaco.
Por qué el Ayuntamiento no restaura o recambia este peligroso cutrerío es un misterio que ningún programa electoral ha sabido dar respuesta. Será que la imagen de la parte más visitada de Málaga no importa tanto.
El concurso
Por cierto que en los jardines de Puerta Oscura ha recuperado ya su nombre el insigne pintor Moreno Carbonero. Después de varios años el Ayuntamiento ha completado las letras de su nombre, hasta entonces un enigma sólo accesible a los concursantes de ‘Saber y ganar’.
Señas de identidad
Un ingenioso internauta lanza una propuesta muy certera:?si la Catedral debe seguir ‘manca’, dejemos la segunda pista del aeropuerto sin concluir y dentro de 200 años será una nueva seña de identidad de esta surrealista Ciudad del Paraíso.