El Rectorado guarda los secretos de El Palo

13 Feb

DONACIÓN A CUDECA DE FERNANDO JOYEROS:Fernando Joyeros ha realizado una donación a beneficio de la Fundación Cudeca de 16.802 euros, recaudados el pasado 12 de diciembre en la subasta benéfica de la solidaridad, a beneficio de Cudeca y Cáritas Diocesana, cuyo cartel fue realizado por el artista alemán afincado en Málaga Marco Bombach. foto LA OPINIÓN
DONACIÓN A CUDECA DE FERNANDO JOYEROS:Fernando Joyeros ha realizado una donación a beneficio de la Fundación Cudeca de 16.802 euros, recaudados el pasado 12 de diciembre en la subasta benéfica de la solidaridad, a beneficio de Cudeca y Cáritas Diocesana, cuyo cartel fue realizado por el artista alemán afincado en Málaga Marco Bombach. foto LA OPINIÓN

Aquí no hay trampa ni cartón, nada de visiones idílicas falsas, sino la pura realidad llena de fallos pero también de encanto. Es el proyecto ‘El Palo. Espacio público-Espacio privado’ que puede verse en el Rectorado hasta el 18 de febrero. La visión de un barrio ajena a las empalagosas ‘versiones oficiales’ gracias a las buenas artes de José María Alonso.

Como otras zonas de Málaga, El Palo vivió un crecimiento desaforado en el que la autoconstrucción se mezclo con operaciones urbanísticas ‘bendecidas’ por la autoridad y no por eso menos enloquecidas y censurables. Alguna vez hemos comentado cómo la gran zona verde del Palo, que iba a ocupar una parte céntrica del barrio, se trasladó al extremo más perdido para mayor gloria de algún potentado.

Como la Carretera de Cádiz, El Palo creció a su ritmo, pero por fortuna eso no significó la pérdida de su identidad. Este barrio de pescadores ha logrado conservar una impronta de pueblo y todavía en muchas de sus zonas se hace vida ‘en la calle’, aunque la tendencia vaya siempre a menos.
Merece la pena pasar un rato con la videoestalación de esta muestra, que da voz a los vecinos de las casas de la playa, con sus recuerdos, sus problemas y con su lado más entrañable, como ese ‘guiri francés’ que ha ido buscando la tranquilidad y el ‘sabor de la vida’ y lo ha encontrado en El Palo.

Acompaña esta video instalación los cantes y los recuerdos de cantaores de la zona acompañado por ese gran flamencólogo y guitarrista paleño que es Miguel López.
El paseo por el barrio se completa con un irónico juego de ‘autoconstrucción’ del Palo.
En resumen, una inteligente reflexión sobre uno de los barrios más tradicionales de Málaga que, confiemos, extienda el ejemplo a otras zonas de la ciudad.

El duende

La calle Duende hace mucho tiempo que perdió todo el ídem, esta callejuela que desemboca en calle Nueva contiene demasiadas casas abadonadas y en mitad del trayecto, una losa partida de mármol de gran tamaño que a su vez tapa un agujero. No se sabe si es peor el remedio que la enfermedad, mejor no lo comprueben.

Hace unos días hablámos de ese adjetivo tan ‘politizado’ como es «soterrado» y que marca las distancias con la audiencia como cuando un político asegura que un centro social «está ubicado» en tal sitio, en lugar de que «se encuentra» o simplemente «está» en la calle que sea.

También en la información al público se emplean estas palabras ‘funcionariales’ y cursis, incluso cuando se trata del muelle fenicio del Rectorado. Según el cartelito informativo, el muelle «quedó soterrado» en lugar de «enterrado» o «bajo tierra» (como casi toda la vida han estado los hallazgos arqueológicos). Puesto que la ‘epidemia’ del palabrerío no hay quien la pare, por lo menos que quede constancia del soterramiento.

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