Aseguran los antropólogos y los paleontólogos que a pesar de nuestros avances, los seres humanos seguimos siendo primates, con cerebro más desarrollado que el resto de la ‘familia’ pero con una herencia genética que no nos hace tan distintos de los monos.
Esta apreciación puede constatarse en dos demostraciones de estupidez y fuerza bruta a partes iguales, que tuvieron lugar hace unos días.
La primera de ellas, el intento de robo de una de las figuras del grupo escultórico de San Juan Bosco, en la glorieta vecina de Fuente Olletas.
Como muchos lectores conocen, la obra escultórica fue inaugurada en mayo del año pasado. La escultura en bronce del santo fue costeada por la asociación de antiguos alumnos salesianos de Málaga y las de tres niños jugando por el Ayuntamiento.
Una de estas tres figuras, la de un niño con una cometa, sufrió un intento de robo de lo más patético:?la escultura fue arrancada de cuajo (estaba anclada en el césped artificial) y como pesaba bastante más de lo que calculaban los ladrones fue abandonada.
Por suerte, el Consistorio recogió la obra de arte a primera hora de la mañana, poco después del intento de robo, y tras su ‘recomposición’ será repuesta esta misma semana con una base distinta, mucho más ‘antirrobo’. Seis personas hicieron falta para levantar la estatua y llevarla en furgoneta a dependencias municipales.
¿El motivo?, cualquiera puede ser, desde el simple vandalismo, hasta el deseo hortera de que la estatua mangada adorne un jardín privado o incluso el fundir la obra (el bronce se paga bien).
Parece que el vandalismo ha sido el prehistórico motor de un segundo incidente: el ‘traslado’ del busto de Alfonso Canales, en los jardines del barrilito. Arrancado de cuajo, con parte de la piedra ‘de recuerdo’, la obra realizada por Jaime Pimentel apareció tirada en una calle de El Cónsul. El Ayuntamiento ha reforzado también el sistema de anclaje del busto.
Los ‘eslabones perdidos’ malaguitas siguen haciendo de las suyas, pero la respuesta municipal (ciudadana) es mucho más grande que su inteligencia arborícola. Ganaremos la partida.
Enrique Ortega
La pasada semana falleció Enrique Ortega, vecino de La?Palma, fundador de la Asociación Malagueña de Escritores y poeta, además de ser el sobrino del popular ‘Matías’, el hombre de los alocados discursos de la Málaga de los años 40 a 60.
Muy querido en el distrito, varios colectivos pidieron al Ayuntamiento que a Enrique Ortega se le dedicara una calle en vida por su trabajo socio-cultural en el barrio. En mayo de 2009 la asociación de vecinos ‘Huerta La Palma’ le dedicó un homenaje en el que la concejala del distrito, Mari Ángeles Muñoz y el concejal de IU, Pedro Moreno, se comprometieron a llevar a pleno esta petición vecinal. Más vale tarde que nunca. Descanse en paz.
Que se le puede pedir a una sociedad en la que los propios padres agreden a los profesores,”menores”violan,matan y quedan sin castigo,agreden a sus propios padres…y ¡ojo!,si le das un tortazo a tu hijo literalmente te la cargas…por desgracia nos guste o no los delitos no se castigan como se deberían,esto lo saben los delincuentes y los vándalos,por eso actúan como lo hacen,saben que si los cogen les sale gratis…esta es la herencia de los progres…el decirles constantemente “tienes derechos”,pero jamás les dicen que también obligaciones y derechos…ahora que hacemos…¿a quién culpamos?a los vándalos o a los que consienten y no castigan como deberían…
Don Alfonso,
Málaga y los malagueños somos afortunados. Ir conociendo mejor a nuestra ciudad con un guía como usted es un privilegio. Gracias.