El cartel ocupa lo que una pantalla de Cinemascope. En todo lo alto se lee que la obra está siendo promovida por el Ayuntamiento de Málaga y debajo, las letras nada modestas de tamaño que destacan el plan E.
La conjunción de estas dos administraciones tiene como objetivo la reforma (‘adecuación urbana’, lo llaman) de la calle Alcazabilla, tras el descubrimiento de restos de la industria romana de salazones, algo mucho menos espectacular de lo encontrado unos metros más al fondo, en el solar del Palacio de Buenavista. Mejor taparlo todo.
El presupuesto para una obra tan ‘conjuntada’ es de un millón de euros. Unos 166 millones de las antiguas pesetas. Y sin embargo, las cuentas deben ir muy ajustadas porque no hay dinero para reponer casi una treintena de tablones de conglomerado en estado de descomposición.
Hace unas semanas ya les dedicamos unas líneas en esta sección, pero el empeoramiento climático, ‘oséase’ las trombas pasadas, han dejado las planchas para el arrastre y la situación no vive su mejor momento.
Las planchas están colocadas, en principio, para ‘facilitar’ el paso de los peatones, pero ya consiguen lo contrario. En realidad, la gente andaría mejor si desaparecieran, porque además de curvadas están carcomidas, hechas pedazos por tanto uso y tanta lluvia.
El tramo peor de todos es, justamente, el que comunica con el Patio de la Higuera del Museo Picasso. Por ahí asoman un agujero y una tabla, que de noche no auguran nada bueno a los sufridos peatones.
Con un presupuesto de un millón de euros, de momento no hay tiempo ni ganas de cambiar estos tablones que tan mala imagen dan, no sólo a la ciudad sino también a la magna obra pública que con tanto despliegue se anuncia.
Errata de cine
El pasado sábado, el firmante enriqueció su colección de erratas al convertir por un ‘lapsus cinematográfico’ a Rafael Arjona, gerente de Limasa, en Rafael Azcona.
Según los datos de la Academia de Ciencias Cinematográficas de España, Azcona, guionista fallecido en 2008 y autor de genialidades como ‘El pisito’, ‘El verdugo’, o ‘La escopeta nacional’, nunca ocupó ningún puesto de relevancia en el Ayuntamiento de Málaga, aunque esta errata quizás la habría incorporado a alguno de sus trabajos. Mis disculpas.
Luces de colores
Ataque de daltonismo, las trombas de agua de esta Málaga que va camino de convertirse en Venecia… Son muchas las teorías que justifican el extraño comportamiento del semáforo que une el Parque con la plaza de la Marina.
Desde hace semanas, cuando el peatón va a cruzar, se encara con el muñequito verde, pero cuando lleva un paso en la calzada, de pronto se ha vuelto rojo y al siguiente paso, verde, y así hasta que su cuerpo aguante (que aguanta). Un misterio de la técnica.