Nos hemos metido en la segunda mitad de septiembre viendo como nuestro Unicaja empieza a hacer kilómetros y disputa el primer título, la Copa Intercontinental en Singapur. Tras llevar un balance de 3-1 en los partidos de preparación, lo cierto es que Ibon Navarro tiene un equipo que se parece más al Unicaja del verano de 2022 que al de los últimos años, con lo que va a requerir mayor dosis de paciencia y trabajo para ver lo que quiere el técnico y la afición.
Lo que llegó al final es la cita veraniega de selecciones, que tiene mayor importancia porque el año próximo, más allá de ese timo conocido de las ventanas, no va a tener continuidad porque lo próximo será el Mundial de Qatar de 2027.
Con el Eurobásket que ha ganado Alemania en Riga, repitiendo el ciclo de España, triunfar en el Mundobásket y en el Eurobásket siguiente, hemos disfrutado porque nos gusta el baloncesto. Del fracaso que supuso la actuación de España ya hablé en la anterior ocasión . Viene a ser algo recurrente, en este momento del calendario dónde todo el mundo se preocupa por la situación del jugador nacional, por su falta de oportunidades y su reflejo en la selección nacional. Al final, será tan cíclico que nos olvidaremos hasta el próximo compromiso, pero entonces habrá que hacer cábalas diferentes, básicamente por saber de qué catálogo ir escogiendo las piezas.
Aún sin saber quién será el nuevo seleccionador, el problema será tener que elegir con los españoles que estén fuera de la NBA, de la NCAA, que no jueguen Euroliga, y como hemos visto en este último campeonato, no estén cansados o lesionados. Todo ello sin perder de vista que los jugadores no se multiplican, pero las competiciones y sus calendarios sí. Y sólo hay que tener un detalle en cuenta, los equipos de Euroliga tendrán 72 partidos de Liga Regular y el Unicaja de la temporada pasada jugó 65 encuentros, entre las competiciones ACB y FIBA.
Porque, como es tradición, jugadores como Rokas Jokubaitis, Bogdan Bogdanovic, Johannes Voigtmann o Alexandre Sarr, entre otros, han entrado en la lista de víctimas del campeonato. Dzanan Musa, Alberto Abalde, Alberto Díaz, Vincent Poirier, Jeremy Sochan o Xavier Castañeda se cayeron poco antes de iniciarse, y otros como Hugo González, Lorenzo Brown, Quinn Ellis, Vlatko Cancar, Josh Nebo, Nikola Mirotic o Evan Fournier se borraron de ese hipotético grupo de WhatsApp de su federación conforme fueron incluidos. Eso sí, me llama mucho la atención el presunto mal estado de los jugadores del Olimpia Milán, con una baja tras otra entre los entrenados por Ettore Messina.
Sólo son algunos jugadores que podrían haber estado, sin contar además algunos con lesiones de larga duración como Victor Wembanyama, vale que se pueden asumir ciertas ausencias, pero lo cierto es que terminan desvirtuando el que para mí es el mejor campeonato de selecciones, el continental.
Ahora, ya no sólo va de felicitar por su dominio en el presente al cuadro de Alberto Miranda y Álex Mumbrú, el cual, al triunfo tras su despido en Valencia, le suma el haberlo conseguido en mitad de una enfermedad. También se habla del futuro con jugadores como Christian Anderson, Hannes Steinbach, Eric Reibe, Declan Duru o Ivan Kharchenkov, todos en la NCAA, porque pese a tener una liga magnífica para desarrollar jugadores, como en el caso de Juan Núñez anteriormente, o Great Osobor a partir de esta temporada, allí también sufren a la competición universitaria estadounidense.
Pero para el próximo evento, ¿cuáles van a ser los jugadores con los que puedan contar los equipos? No sé si recuerdan lo ocurrido con Eslovenia, que tras ganar el Eurobásket de 2017 no se clasificó para el Mundobásket de 2019. Pero pensar en la justicia del sistema de clasificación para las citas de selecciones, con partidos en la mitad de la temporada en la cual hay mucha suerte si repiten cuatro o cinco jugadores de los que juegan las ventanas, es hasta motivo de enojo.
Ahora todo el mundo se ha manifestado preocupándose, hasta el sindicato de jugadores, que sólo se ocupa de los profesionales de la ACB, no de los que pasan las de Caín en las categorías inferiores. Ahora están apesadumbrados con los problemas que vienen.
Si oficialmente los eventos de selecciones acabaron el domingo, desde ayer lunes tienen para estar trabajando de la mano de los clubes y de las ligas para seguir mejorando el producto y los que generan el espectáculo que disfrutamos. Pero me creo lo justo.