Repasando un poco esto que hago cada martes, sinceramente, me parece que si a uno le da por cortar y pegar lo escrito hace dos semanas, poco más o menos que se cumple con eso de la actualidad. Me gusta esa actitud de los que dicen no tener o no hacer caso de las redes sociales, sobre todo de aquellos que no lo tienen como una distinción de superioridad moral o que no lo usan en modo desdén para con los demás, pero no estorba tampoco saber lo que esa parte de las redes (que hace más ruido) tiene como opinión.
Y digo que no está de más, aunque les dé la razón a la hora de opinar, pero quizá te da cierta idea de cómo funcionan ciertas cabezas a la hora de evaluar la realidad.
Que la oportunidad de ganar en Barcelona el domingo era una de las mejores que se han presentado en los últimos tiempos estaba claro, que no era nada definitivo, también. Es más que probable que lo del rival, en medio de ese play off tan duro que les está procurando el Mónaco en la Euroliga, esté exprimiendo una serie de recursos que lo mismo no le sirven y que posteriormente terminan echando de menos.
Y más allá de lo que nos gusta ganarle al FC Barcelona, la victoria era necesaria para alejar el murmullo y el dato que señala tan lejana la última fuera de Málaga, allá por el mes de enero, y esa continua discusión en que se está convirtiendo echarle un vistazo a la actualidad del equipo, con una catarata de reproches de un lado hacia otro y acusaciones tomando solamente parte de los datos para evaluar esta temporada.
Sobre el partido del domingo, aparte de lo indicado, creo que ninguno de los entrenadores tenía en la cabeza eso de descubrirlo todo, o poner en liza más de lo imprescindible, de ahí el tema rotaciones (nuevamente, pero tanto en locales como visitantes), el que no asomaran cosas nuevas, porque no dejaba de ser un partido de liga regular, y porque según va tomando cuerpo, lo realmente importante frente al FC Barcelona será en el play off, y casi seguro en el de cuartos de final.
Además, para cuándo llegue la hipotética eliminatoria, no antes del mes de junio, lo mismo tenemos un contrario exultante por ser campeón de Europa, o con la guillotina del fracaso sobre el proyecto de este año (y también el anterior), al no ganar título alguno, quién sabe si el Unicaja está ya con el póker de galardones habiendo ganado la FIBA BCL o no cosechar dos victorias en Atenas termina de alimentar a aquellos que están en modo beduino sentado a la puerta de la tienda esperando ver pasar el cadáver de su enemigo.
Porque estamos en ésas, en que si el Unicaja cae en cuartos de final y no se trae la FIBA BCL (algunos ni siquiera venciendo en Grecia), habrá, gente que va “a repartir palos a todo el equipo”, literalmente.
Ya dejé claro en su momento lo que me parece esa actitud de quedarse sólo con el error o lo negativo y despreciar el resto del trabajo, algunos me dirán que está todo basado en lo que podía ofrecer este equipo (que no sé exactamente dónde está el mínimo exigible de títulos ganados en una temporada dónde se sitúa), o en la mala situación o imagen que ofrecen los rivales futboleros (que no sé yo las debilidades del Real Madrid con toda la segunda vuelta con victorias en la ACB, o del FC Barcelona capaz de ganar al Fenerbahce), todo ello despreciando a rivales como La Laguna Tenerife o Valencia Básket, que ya suenan a simple morralla para algunos.
Yo tampoco estoy contento con la racha de derrotas lejos de Málaga, o con victorias que parece que se consiguen en modo ahorro de energía, puestos a pedir, que todo sea como el arranque de temporada con las palizas a Hiopos Lleida o a los rivales de la primera fase de la competición europea, ahí digo yo que el arranque y el trabajo de pretemporada con las victorias y los títulos de la Intercontinental y la Supercopa, lo mismo tiene algo que ver, ¿no?
Que se invoque desde el cuerpo técnico repetidamente el llegar bien a la parte clave de la temporada es un razonamiento que parte del entorno no ha comprado, y no lo va a hacer, porque se apela a una serie de conceptos, como paciencia y madurez que no tienen por qué venir de la mano de tener el abono y llevar viendo baloncesto desde la mudanza de Ciudad Jardín, y algunos, ni siquiera tienen eso en ese invento del presunto buen o mal cajista.
Lo que sí me parece importante es que el equipo esté tranquilo, pueda seguir trabajando de manera correcta y se prepare para lo que viene, que lo que venga no se vea desvirtuado por una situación puntual, se me viene a la cabeza aquella victoria en el Palau en abril de 2022, con la foto en el vestuario, y que me abochornó, es crucial tener claro hacia dónde se va, y teniendo en cuenta que se está en el lado correcto de la carrera hacia los dos títulos.
Porque estar en esa pelea de forma adecuada, es a lo que se puede aspirar ahora, ¿decepción?, ya la tuve la temporada pasada y fue porque, pese a todo lo bien que se hizo, al llegar el momento, el rival fue mucho mejor, y pensar una oportunidad casi segura de triunfo, no sé si hubiera sido muy diferente de lo que tuvimos.
Estar señalado como aspirante (pero de verdad, no como nos vendían algunos dirigentes no hace mucho) es una prueba de fuerza para el equipo, pero también para su entorno, por eso, no sólo es obligado exigir o presumir, sino también comportarse como tal.