Costumbres

7 Oct

Los que acumulamos conocimientos a base de añadir experiencias (por apuntar otro modo de decir que vamos cumpliendo años), recordaremos un anuncio de lo que antes se llamaban 4×4 en el que un venerable anciano en un lugar oscuro y frío de la llamada ahora España vaciada preguntaba…: «Y el Madrid, otra vez campeón de Europa, ¿no?».

Era otra época, los de la capital del Reino no coleccionaban galardones continentales y sonaba un poco a viejuno todo, pero ahora, en lo que nos toca y nos importa, hay un grupo de seguidores cajistas que ni se sorprenden al ver a los chicos que entrena Ibon Navarro como líderes de la Liga Endesa.

¿Y saben una cosa? Que tampoco es tan habitual. Que sí, que la temporada pasada, el club terminó líder de la Fase Regular de la Liga ACB, pero sólo estuvo cinco jornadas en todo lo alto. Por otro lado, no hay que olvidar que salvo en cinco jornadas, siempre estuvo entre los cuatro mejores clasificados de la tabla.

Ahora se repasa que, si es simplemente la segunda jornada, lo relativo de estar arriba tan pronto, los rivales que se han tenido y el momento de la preparación que ha proporcionado el calendario de dos de las cuatro competiciones que ya ha disputado el equipo… Todo esto aderezado con la música de fondo de las declaraciones del entrenador recordando todo lo que puede venir para que la euforia no se dispare.

A ver, que no se le puede quitar un ápice de razón, mucho más que el que conoce al equipo y a sus rivales es él y uno como mucho se divierte jugando a ser un espectador privilegiado, pero equiparar Málaga y euforia es algo que va de la mano.

Así que tampoco tendría que extrañarnos tanto, porque si confiamos en el trabajo del cuerpo técnico, de la sintonía con Marcos Cerveró con el resto de los entrenadores, tenemos derecho a que todo siga ilusionando, ¿no? Y vaya, teniendo en cuenta que en este club no se han «importado» preparadores físicos,   porque tras el inicio que marcaron Juan y Pepe Rodríguez, y posteriormente continuaron Enri Salinas y Diego Vázquez, el momento actual no se entiende sin la colaboración y la retroalimentación del trabajo entre banquillo y preparación física, sin la cual no se entendería el juego cajista de esta última época.

Todo es tremendamente prematuro, pero hoy en día, y con el permiso de los canarios de La Laguna Tenerife y su puntual empate en el bochorno sufrido por los aficionados del Breogán con la suspensión de su partido por los resbalones de una cancha mojada, no hay equipo español aparte del malagueño que juegue competición europea y cuente sus partidos por victorias.

¿Nos vamos a cansar de pedir cautela? Esta temporada, parece que desde antes de empezar a botar el balón se está en modo continuar la verbena y no bajar el nivel del idilio y la felicidad, pero a pesar de todo esto que estamos viviendo, seguro que a poco que el equipo cayera dos o tres partidos, ya se cuestionaría el juego, las rotaciones con indignación ante el descarte de tal o cual jugador, o algo peor, podríamos aburrirnos y pensar que las competiciones y los rivales no nos merecen y que se está muy por encima del resto. Vamos, como ya ocurrió una vez.

No creo que se dé el caso, pero toca estar al nivel que van a demandar contrarios y competiciones. Y no de cualquier manera, sino poniendo lo mejor en cada partido, en cada pelea e intentando seguir estando todo lo arriba que las circunstancias lo permitan, por difícil que se ponga, se trata de seguir el mismo camino.

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