Ya ha comenzado el curso oficial en la ACB 2024/25, y sin que nos demos cuenta, el Unicaja visitará Ostende para empezar a defender el título de la FIBA BCL, mientras tanto, y no sé si como continuidad a lo visto tanto en la Intercontinental como en la Supercopa, en el estreno ante el Bàsquet Girona de Fotis Katsikaris, se mostró en algunos momentos muy superior a un equipo que, entre que tenía ausencias señaladas y que está en otro grupo de aspiraciones, dejó un mensaje de inferioridad ante los de Ibon Navarro.
Y es que ya nos sabemos el mensaje, este Unicaja está en otro tiempo de preparación, con objetivos que se han ido adelantando en el almanaque y que de momento le va a venir muy bien contra según qué rivales, los cuales no están ni siquiera cerca del pico de rendimiento que ya ha alcanzado el equipo malagueño.
Por parte del entrenador ya se nos ha advertido de algo que está en la lógica: este momento de forma pasará factura, pero es algo que viene dado por la elección que está hecha, si hemos sido receptivos del mensaje que el presidente Antonio Jesús López Nieto repite con asiduidad, nos sabemos que el sitio del Unicaja está en el entorno FIBA, con la idea grabada a fuego de esquivar esa carísima autopista de peaje llamada Euroliga, ese sitio donde se corre con el coche, se supone que se llega más rápido a según qué sitios y te ves con compañeros de viaje con mucho glamour, y ya se sabe, que el glamour hay que mantenerlo a base de estilo, pero también de muchos billetes, y en muchos casos, sigue siendo un viaje en coche.
¿Saben algo?, me mata llevar la idea por ese camino, porque sigo hablando de algo que se trata de deporte, y el deporte en sí, conlleva cosas tan bonitas como emocionarte aún perdiendo un partido, hace que te olvides de las tardes y noches entrenando en esa Siberia entrañable que son las canchas exteriores de cualquier club de cantera, sabiendo incluso que nunca llegarás a ser Pau Gasol o Sergio Scariolo, siendo consciente que lo mismo no vas a jugar más que unos pocos minutos el sábado, pero que por ti no va a quedar, y te vas a dejar la vida para demostrar que mereces más.
Y es que en cierto modo eso se está perdiendo, no sólo por el tema extranjeros en los equipos ACB, en los cambios en las canteras que aún no saben hacia dónde van a tirar, o si los federativos de turno van a hacer algo más con los problemas evolucionados que se encuentran en su camino que no sea meterlo en el cajón de abajo. Pero es que nuestro deporte es tan bonito que merece cada esfuerzo que se haga.
Y es que decimos y creemos que lo básico del deporte es esforzarte para medirte con los mejores, y la verdad es que cada vez que metemos el negocio de por medio, traicionamos muchas cosas y nos alejamos de lo que nos llevó a él, todo ello en general.
Si nos ceñimos al Unicaja, todo es comprensible, pero hay que ser cuidadoso, no debemos olvidar que aquí se nos llegó a decir por los cauces semi oficiales del club que no pasaba nada por no jugar la Euroliga, y no había una explicación más allá del soberano problema que significaba para los que ocupaban la planta noble de la avenida Gregorio Diego 44, y por tanto, era mejor darle de lado.
¿El contratiempo que se puede encontrar ahora?, que no valoremos todo lo que tenemos, lo que se está haciendo, o nos parezca poco, en resumen: que hagamos un ejercicio de amnesia de todo lo malo que vivimos hace muy poco, y que sólo tuvo consecuencias para los pocos que quedamos en su día pagando en la grada.
Hoy comienza la FIBA BCL para el Unicaja, esta semana llega la Euroliga para los privilegiados que la juegan, pongamos en valor lo que tenemos y disfrutemos, no en vano es nuestra pasión la que está en juego.