Ahora que tenemos todos una alegría en el cuerpo con la trayectoria del Unicaja de la versión 2022/23, tenemos cerca en la memoria los problemas que en una historia más que reciente se han vivido en este club, y disfrutamos de la buena cara que ofrece tanto en la competición nacional, como europea.
Quizá hay instantes que me parece hasta extraño ver resucitar un proyecto muerto en la gran mayoría de los aspectos de un club: en despachos, en cancha, en relaciones con el exterior… pero a la vista está, y mucho más después de la última muestra de poderío ante el Valencia Básket, que, si bien no es definitivo, el momento de crecimiento está aquí.
Vale que el rival del pasado domingo venía con muchas averías en piezas importantes de la maquinaria, que corren con el desgaste que supone esa competición depredadora que se llama Euroliga, pero la muestra de poderío era algo que no esperábamos. De poder alargarlo y confirmar el buen paso ante el resto de equipos de Euroliga, es el próximo escalón a avanzar reafirmando el mensaje de la vuelta del Unicaja.
En el grupo de la FIBA BCL ya hemos hablado de la gran historia que tienen los rivales del Unicaja, tras el AEK, cuya historia ya es conocida por todos, esta tarde toca un enemigo íntimo del Unicaja, cuya trascendencia va más allá de ser uno de los históricos en Francia junto a Pau Orthez y ASVEL Villeurbanne, y de aquella Copa Korac de la temporada 1999/2000.
Fundado en 1929 en la parroquia de Saint Pierre de Queyroix, el Limoges Círculo de San Pedro, no disputó su primer partido oficial hasta 1933, habiendo llegado hasta la temporada presente con una gran hoja de servicios, un palmarés de 11 ligas francesas (desde 1983), 1 Copa de Francia, 2 Copas Robert Busnel, 3 Copas Federación, 2 campeonatos de la ProB, 1 Copa de Europa, 1 Recopa y 3 Copas Korac. Especialmente brillante fue la época entre 1983 y 1994, consiguiendo 8 ligas en su país.
Es curiosa la relación de este club con Europa, si las 3 Korac (1982, 1983 y 2000), tuvieron como víctimas al Sibenka Sibenik de un desconocido Drazen Petrovic en las dos primeras ocasiones, y en la siguiente fue contra nuestro Unicaja, en la Recopa de 1988, fue contra el entonces RAM Joventut y en la Copa de Europa de 1993, la víctima fue el Real Madrid de Arvydas Sabonis. No sólo eso, el rival de Unicaja es junto a Real Madrid, Olimpia Milán y Pallacanestro Cantú, uno de los pocos equipos que puede presumir de haber ganado todas las competiciones continentales, aunque el último de los galardones date del año 2000.
S.Dumas, M.Brown, Y.Bonato, H.Williams y F.Weis como titulares, más el apoyo de B. Hamm fueron los héroes que evitaron que Unicaja ganara su primer título continental. Ese año, el conjunto que entrenó Dusko Ivanovic (que fue puntualmente jugador del equipo el año de ganar la Euroliga antes de ir al Valvi Girona) ganó todos los títulos que disputó, pero a partir de ahí, comenzó el declive que lo llevó en la práctica a la refundación pocos años después.
En 1993, con Boza Maljkovic en el banquillo, y J.Zdovc, M.Young, R.Dacoury, J.Bilba y W.Redden como titulares tocaron el cielo en El Pireo, derrotando a Real Madrid en semifinales y a la Benetton Treviso en una final en la que nadie esperaba el paupérrimo resultado (59-55), con Frederic Forte como héroe al robar un balón decisivo a Toni Kukoc.
Forte, que tras dejar de jugar fue presidente del club en la época más dura, al caer a la tercera categoría en 2004, estuvo dirigiendo al club hasta la nochevieja de 2017, cuando un paro cardiaco provocó su fallecimiento. Mientras tanto, lo devolvió a la ProA en 2010, y tras una fugaz vuelta a la ProB en 2011, desde 2012 está en la primera división gala, habiendo conquistado la liga en 2014 y 2015, paradójicamente, su ex mujer y viuda, Celine Forte es quien dirige el club ahora.
Tiene tres números retirados, el 4 de Frederic Forte, el 7 de Richard Dacoury y el 8 de Ed Murphy, y mucho ilustre que pasó por su banquillo, no sólo el ex cajista Bozidar Maljkovic, Zvi Sherf, Bogdan Tanjevic, Dusko Ivanovic o Panagiotis Giannakis ocuparon el banco titular del Palais des Sports de Beaublanc, inaugurado en 1981. Y aparte de la coincidencia en cuánto al entrenador balcánico, los conocidos Axel Bouteille, Kenny Hayes, Pooh Jeter, Jamar Smith, DeMarcus Nelson, JR Bremer, Mark Payne, Joseph Gomis, Frederic Weis, David Wood, Marcus Brown o Jean-Jaques Conceiçao vistieron tanto la camiseta malagueña, como la francesa, la cual recuperó el color verdiblanco para su uniforme, en concreto para la liga nacional, manteniendo los míticos colores amarillos y burdeos para para su periplo continental, al que llegan tras derrotar al MHP Reisen alemán en el play-in y ocupando el séptimo puesto en el campeonato francés al ganar al Gravelines el sábado pasado. Tras la contundente derrota ante Galatasaray, los de Massimo Cancellieri necesitan sumar para no descolgarse de entrada.