Nuestro Unicaja evoluciona, con la victoria en Santiago se sigue nutriendo algo necesario cara a ir cerrando lo antes posible la clasificación para la Copa del Rey de Badalona, todo ello sin perder de vista la competición de la FIBA BCL.
Aunque el calendario del Unicaja le ha puesto enfrente rivales que en algún momento se podrían calificar de propicios, me gustaría no perder de vista el pasado cercano, ése en el que cualquier rival, sin importar el nivel era capaz de poner en un compromiso serio al equipo malagueño sacándole los colores.
El porcentaje de competición consumido hasta el momento es escaso, lo mejor es que en un grupo anímicamente tan vapuleado como la afición, que el equipo no haga recordar a las tres últimas temporadas, es el mejor argumento al que se agarran los cajistas para seguir en modo optimista este curso.
Poco está importando que datos tan lapidarios como los aportados por Beatriz Tocón sobre la parquedad en el acierto desde la línea de 3, siendo el peor equipo en porcentaje de acierto aún teniendo a jugadores a los que se les suponía habilidades en el lanzamiento exterior, los números dicen que esa muestra no ha llegado, y de forma automática se convierte en otra razón para el optimismo.
El mismo paso de los días no sólo van con respecto al aspecto deportivo de la temporada, también con respecto a otras circunstancias. Hace poco más de un mes del fallecimiento de José María Martín Urbano en el partido de FIBA BCL ante el JDA Dijon, es algo que todo el mundo conoce, al igual que se sabe que desde estas páginas, desde las ondas de la Cadena Cope, o en 101TV me he adherido a la petición de José Miguel Moreno para que el Pabellón de Los Guindos pase a llamarse José María Martín Urbano.
El pabellón, algo que a día de hoy no tiene más nombre que el barrio dónde se ubica, no homenajea a nadie, ni recuerda ninguna efeméride, por lo tanto, más allá de lo implicado que sentimentalmente me pueda considerar, en un club como el malagueño, que tradicionalmente ha venido maltratando su historia, como una especie de factor diferencial en su ADN, dar el paso bautizar ese pabellón, sede de su cantera, con el nombre de la persona que aportó tanto a la misma, que tantas horas de esfuerzo y trabajo desarrolló allí, y que tanto pudo dar por el club sólo se me antoja algo justo.
No estoy hablando de lo que se habló (y se aparcó) de renombrar el Pabellón de Ciudad Jardín con el nombre de otro ilustre fallecido, Alfonso Queipo de Llano, eso es algo que depende de instituciones públicas, que actuaron de forma rauda y veloz para que la Ciudad Deportiva de Carranque llevara justamente el nombre de Javier Imbroda y que con el que fuera fundador del Caja de Ronda hay otro tipo de diligencias mucho más ralentizadas, espero que no de manera intencionada.
Hablo de una propiedad que es responsabilidad del Club Baloncesto Málaga, y que, por ende, sólo necesitaría el impulso y la conformidad del propietario del mismo, la Fundación Bancaria Unicaja. Cuándo ocurrió el fallecimiento, todo el mundo sin discusión habló de lo conveniente del acto, del reconocimiento a la figura y la persona que tanto dio, es más, yo lo creí de entrada, ya que si hay algo bien hecho por parte de la presidencia de Antonio Jesús López Nieto desde su llegada ha sido el intento de reconciliación con la memoria auténtica del club, aquella que inexplicablemente desde dentro del mismo se habían empeñado en sepultar y despreciar, que sólo iba a ser cuestión de fechas elegir qué día se elegía para el acto, pero de momento no hay noticias.
Y lo peor que tiene todo esto es que la ausencia de noticias, va de la mano del florecimiento de rumores, y de esto hay de todo, malintencionados, erróneos… de todo. No ha pasado mucho tiempo, pero lo que está claro es que si hay ánimo, la rapidez aparece sola, Alfonso falleció en enero y ahí está olvidándose el tema, Javier falleció el 2 de abril, y tres días después, la Junta de Andalucía cambió el nombre de la Ciudad Deportiva de Carranque, como dice esa corriente filosófica de los sobrecitos de azúcar del desayuno: “no es falta de oportunidades, es falta de ganas”.
Dentro del rumor, lo que cobra fuerza últimamente es que se pretende ponerle el nombre a de una pista interior de Los Guindos de José María, y a la otra el nombre de Alfonso, me parecería el colmo de una pobreza de espíritu indigna, que pese a haber visto casi de todo desde 1977 en este club, me resisto a creer que se vaya a realizar.
Ojalá todo esto que estoy poniendo aquí se una a aquellos supuestos fichajes de Ricky Rubio o Sergio Rodríguez que en su día se nos vendió y que quedó en nada, ojalá todo lo manifestado en su día no quede como el típico mensaje vano y vacío, ojalá este club se limite a tener una actuación justa para con la persona merecida y con su propia historia. Eso sí, no sé por qué tardan.