En el tiempo que la Liga ACB emplea ahora en el playoff por el título, a nuestro Unicaja le toca tomar decisiones cara al curso próximo y ver qué tipo de club es el que va a pelear por cambiar lo errático del rumbo de los últimos años.
Todo el mundo tiene claro que un ingrediente indispensable para intentar conseguir algo es saber desde dónde se parte, de lo contrario, sólo el camino a recorrer ya está mal planteado.
Emilio Guerrero llevó la pasada semana a Juanma Rodríguez a su espacio “Zona Verde” en 101TV, y entre las muchas cosas que declaró el director deportivo cajista, dejó claro que nuestro equipo ya no era el de temporadas pasadas en Euroliga, y aunque sea algo palpable desde hace mucho tiempo, no está de más que alguien desde dentro lo verbalice y lo deje claro.
Entre los muchos problemas a manejar, ya confirmado el entrenador, hay que ver si algunos de los que aún tienen contrato con el equipo de Málaga merece la pena que continúe, o si hay que gastar energía en resolver la obligación contractual, hay que ver los posibles refuerzos que se pueden hacer en una plantilla deficiente desde hace demasiados años y primero de todo, hay que resolver la participación en Europa.
Como guinda a este conocido pastel, esta semana hemos visto como desde el Ayuntamiento de Málaga se ponía el foco sobre el presidente (otra vez siendo el mayor factor productor de noticias fuera del ámbito del club que desde dentro), sobre si en calidad de patrono de la Fundación Bancaria Unicaja podía cobrar como presidente del Club Baloncesto Málaga, algo que desde luego no ayuda.
Que desde fuera del club se preocupen por el sueldo de López Nieto, no ayuda, pero también sorprende, sobre todo, porque antes, nadie se ocupaba si los antecesores, que cobraban en calidad de empleados del banco, cumplían religiosamente con sus obligaciones profesionales con la entidad que les pagaba y tenían siempre en segundo lugar el papel de presidente del club.
De verdad, creo que esto lo que hace es despistar del problema real, que es tener claro dónde estamos, estos días, cuando vivimos en la otra acera deportiva de la ciudad las penurias del Málaga CF, que sigue en cuidados paliativos, pero vivo porque hubo cuatro equipos peores en la división, vemos como hay más adhesiones al carro del vencedor con otra copa de Europa más del Real Madrid (muy mal, Señor De la Torre), que al sufrimiento real que significa ser del equipo blanquiazul, está bien recurrir al pasado para tirar de orgullo, pero recuerdo una entrevista que le hicieron a Antonio Banderas en el tiempo posterior a la desaparición del CD Málaga y de transformación del Atlético Malagueño en Málaga CF, ante una desventura del (casi siempre) triunfador Real Madrid, respondió que sus problemas estaban más en el partido de Málaga con el Atlético Estación o el Cristian Lay.
Pues así debe de ser para el Unicaja. Por raro que resulte, y aunque el discurso inicial del presidente dijera que “el banco no tenía sucursales en Ljubljana y que era más importante la Liga ACB”, ahora vemos lo imprescindible que es jugar en Europa, sobre todo a la hora de contratar jugadores y resolver patrocinios, aunque el torneo a jugar en el continente tenga una calidad que en su comparación con la FIBA BCL ponga a ésta a nivel de la NBA. La reflexión de jugar en Europa a toda costa, por ínfimo que sea el nivel de los rivales que te puedas encontrar, ha de ser sopesada de manera profunda, por injusto que sea, o el Unicaja tira de despachos y arregla lo que no ha conseguido en la cancha, o ese deseo infinito de jugar la FIBA BCL (quién te ha visto…) será una entelequia. Además, mientras antes pueda hacerse, mejor noticia sería para ir preparando un año que ni puede ser de transición, ni de continuidad. Todo lo que no sea una revolución, tanto en planteamiento como en resolución de la temporada, será insuficiente.