Con el partido disputado en Lugo el pasado sábado, nuestro Unicaja dio por finalizada la temporada 2021/2022, quedando fuera del playoff, y completando otro soberano fracaso, al no haber jugado tampoco Copa del Rey y caer tras la segunda fase de la FIBA BCL.
Quizá, los aficionados del club cajista podemos coincidir en que esta temporada es la peor que ha tenido este club desde que llegó la nueva denominación como Club Baloncesto Málaga, antes hubo años malos o peores, el curso 1987/1988 es inolvidable para los que lo vivimos, de la forma que fuera, no ver a tu equipo de ganar un solo encuentro fue duro, pero las expectativas eran otras, y se sabía que la pelea era por no volver al infierno del que se había huido muy poco antes, lo de ahora, no tiene defensa alguna.
El fracaso en mayúsculas que ha protagonizado el club no está ceñido a este curso, no mirar a temporadas anteriores es de una puerilidad extrema, centrar el objetivo del fracaso en los jugadores de este año y no hacerlo extensivo a los de años anteriores, además de entrenadores y directivos le daría más lógica al análisis de localizar el abismo al que en solitario se ha dirigido el Unicaja.
Por delante, tenemos un verano largo y denso, con mucho tiempo para reflexionar y muchas gestiones por hacer y mucha rumorología que digerir, de entrada, ya andan colocando al prometedor esloveno Ziga Samar para la plantilla y para el banquillo, aparte del clásico interés en Pedro Martínez, también se puso el nombre del cordobés Pedro Calles, con la gran mayoría de su carrera desarrollada en Alemania.
Espero que se haya tomado nota de todo lo que se lleva haciendo mal tanto tiempo en este club. Aunque aún quede tiempo para que acabe la temporada ACB, y quede por decidir todo lo bueno, de esta temporada creo que saco ideas a tener en cuenta: en la liga española, aparte de la división de los equipos futboleros y los de Euroliga (aquí incluyo también al Valencia Básket), en la zona noble se encuentran equipos que llevan tiempo haciendo las cosas bien, como Joventut, los equipos canarios, BAXI Manresa y también pondría al UCAM Murcia, con un rendimiento por encima de las hipótesis presupuestarias, aunque los manresanos estén ahí “summa cum laude”, después, aparte de los humildes que bailan en el alambre en muchas ocasiones, la clase media-baja ha subido mucho las prestaciones, lo que ha terminado provocando que equipos a priori señalados para pelear por evitar el descenso hayan sido duros rivales, y, en otro lado aparezcan fracasos sin paliativos que se arrastran desde hace muchos años sin que aflore un cambio de timón, ni reconocimiento alguno, situando ahí a nuestro Unicaja.
El equipo malagueño estaría muy en solitario señalado como la mayor decepción de la liga de no haber mediado los descensos de Morabanc Andorra y Hereda San Pablo, algo que dudo mucho que alguien pensara al inicio de liga, o incluso mediada la competición.
De la caída de pirenaicos y castellanos, saco, sobre todo, lo complicado que es para según qué equipos enderezar un rumbo cuándo no es lo habitual estar ahí colocado, está claro que en los del Principado, con semifinales de la Eurocup incluidas, el año no pintó bien de inicio entre lesiones y cambio de entrenador incluido por no dar con el tono requerido, aunque han combatido y su cancha ha sido tan complicada como habitualmente, no ha sido suficiente.
Los de la tierra del Cid, tienen otros matices, tres entrenadores, quince jugadores nuevos, seis de ellos llegados durante la temporada y para remate, si no resulta doloroso volver a LEB Oro a un equipo que subió hasta en cuatro ocasiones antes de poder jugar en ACB, hacerse lamentablemente famoso por la salida de pata de banco de un presidente, Félix Sancho, que es responsable de ganar dos veces consecutivas la FIBA BCL (esa en la que Unicaja no dio la talla, la misma) y de tomar muchas decisiones como poco, discutibles, igual que tuvo responsabilidad en lo bueno, ahora, también.
Mientras tanto, en Málaga nos toca esperar, ya iremos colocando nuestra visión de la temporada, la actuación del club, los jugadores, entrenadores, etc. Hay mucho que analizar y sobre todo que observar, a ver si somos capaces de aprender de una vez, mientras tanto, aparte de felicitar al Covirán Granada, de vuelta otra vez a su sitio, y a Sergio Scariolo por hacer justicia con otro histórico, la Virtus de Bolonia, hay que presenciar los playoffs de las competiciones, hasta de LEB Oro, así como la Final a Cuatro de la Euroliga. Y cuándo los buenos juegan, el resto, miramos con envidia.