El tema fechas de Navidad es peculiar en nuestro deporte, no es algo nuevo, mientras que en fútbol el parón está instaurado desde hace varios años, lo de jornada tras jornada en baloncesto no pilla de sorpresa, aunque sea sólo en Liga ACB.
Como consecuencia de ello, entre un artículo de opinión y otro, a nuestro Unicaja le han venido encima dos jornadas, y hoy mismo tiene otra. Ya mencionaba la oportunidad que tenía el equipo malagueño para tener “de facto” su pase a la fase final de la Copa del Rey, aprovechando que los tres primeros partidos (Urbas Fuenlabrada, RETAbet Bilbao Básket y Coosur Real Betis) eran rivales más accesibles que los dos que había inmediatamente antes del corte (Hereda San Pablo Burgos y TD Systems Baskonia).
Al final, como esto no es una ciencia exacta, el equipo que entrena Luis Casimiro Palomo ofreció la cara decepcionante que se encarga de recordarnos en demasiadas ocasiones y ofreció un espectáculo poco digno del club que se supone que es frente a los madrileños y regaló un triunfo que tenía que haber hecho suyo, algo que enmendó el pasado domingo en Bilbao.
Frente a los de la capital vizcaína, quedó claro que si Unicaja perdía era porque le donaba una vida extra a los de negro, algo que no llegó a suceder, entre otras cosas, porque se redujeron varios errores y los contrarios demostraron que la situación que detentan en la tabla es por algo más que casualidades, lesiones o problemas en la confección de la plantilla.
El buen trabajo del plantel cajista ayudó a conseguir la victoria y a seguir encarrilando la clasificación para el torneo copero, pese a que el entrenador minimice la inmediatez de ese objetivo y se apunte a la filosofía barata del “partido a partido” tan en boga en esta mediocridad vigente, el tema Copa del Rey es algo que tendría que tomarse de otra manera a mi modo de ver.
Para mí está claro que el objetivo número uno debería ser volver a la Euroliga, si de verdad se cree en la historia de este club y su presunto estatus, así como la respuesta que se supone hay que darle a los esfuerzos del propietario y el patrocinador. Sacar pecho de lo conseguido el pasado año (llegar a la final del torneo de Málaga), con el calendario más benévolo de todos los participantes y con el agravante de haberse clasificado porque quienes cumplieron con su trabajo fueron las instituciones en los despachos, no así quienes tenían que conseguirlo con su esfuerzo en el parquet, no creo que sea para presumir, pero ahí están los datos y las manifestaciones.
No es una exclusividad de nuestro deporte, y de manera obligatoria hay que compaginar las competiciones nacionales y la europea, hasta que llegue esta última, aunque quede mucho por andar en todas ellas, toca centrarse en la inmediatez de cerrar cuanto antes el pase a la Copa del Rey, aunque no se llegue de cabeza de serie, algo prácticamente imposible por demérito propio, caso de no hacerlo tendría para mí difícil explicación.
Paralelamente a todo esto, hemos recibido las noticias sobre los positivos de COVID de Veljko Mrsic y de Aíto García Reneses, ambos vinculados a la casa cajista en su momento y que esperamos que se recuperen lo antes posible, y que todo esto sea simplemente un recuerdo que no deje secuelas, algo que también hago extensible a todos aquellos que estén o hayan estado afectados directa o indirectamente.
Aunque no se pare, no se puede dejar de lado las fechas en las que estamos, y aunque todos tengamos algo malo que recordar de este 2020 que se acaba, me gustaría ser positivo y quedarme con lo bueno que haya tenido, por poco que sea, y sobre todo, que sirva de punto de partida para un 2021 que nos traiga todo lo bueno que hayamos echado de menos y que necesitemos. Como en ocasiones anteriores, os deseo salud, dinero, amor y suerte.