Un fin de semana sin partido es raro, al Unicaja le ha tocado descansar, y le ha servido para contar con más fechas para recuperar a los lesionados, integrar a Frankie Ferrari y a Jaime Fernández en la dinámica real del equipo e intentar que la vuelta a la competición sea con garantías.
Que el equipo de inmediato se enfrente a dos conjuntos de la parte baja de la tabla como Urbas Fuenlabrada y RETAbet Bilbao ha de aprovecharse para sumar dos victorias, aunque tengamos siempre en cuenta que la Liga ACB no tiene rivales residuales, es necesario que el Unicaja cumpla con los objetivos que tiene a la vista en la competición nacional, así como ser capaz de apuntalar el conjunto cara a la segunda fase de la Eurocup.
Con respecto a la competición europea, el equipo malagueño dio final a la primera fase sin saber cuáles son los rivales venideros, tras haber ocupado el liderato del grupo B cuatro de las últimas cinco jornadas, el partido que los discípulos de Luis Casimiro Palomo ofrecieron el pasado miércoles, fue calificado de raro, y realmente creo que fue quedarse muy corto, porque hubo transmutación durante el desarrollo del mismo, se redujeron errores en buena parte del partido y hubo momentos de una oscuridad en la dirección ofensiva que imposibilitaba casi cualquier posibilidad de victoria, aunque enfrente hubiera un equipo que estaba sin posibilidades de clasificación.
Sobre si posteriormente va a interesar más quedar en primera o segunda posición del grupo B para hipotéticamente elegir rivales me parece mucho aventurar, como en tantas cosas en este club, me parece que ese tipo de gestión pertenece al pasado, que no es algo que te asegure rivales más o menos accesibles y que entre el juego desplegado y las lesiones, primero hay que preocuparse por las dificultades propias, y posteriormente por las ajenas.
Queda tiempo antes de que lleguen los próximos partidos de la Eurocup, así que es el momento de subir el rendimiento a través de la ACB, de intentar asegurar la participación en la Copa del Rey, con los cinco partidos que hay en las tres próximas semanas, y seguir creciendo como equipo, porque lo más complicado del calendario se va a ir viendo más adelante.
Seguro que vamos a oír que los rivales que están abajo se han reforzado, que hay muchas modificaciones a medida que ha ido avanzando la temporada, que si ahora están mejor que antes y todo eso, pero incluso añadiendo las dificultades por las lesiones que aquejan al Unicaja (y al resto de equipos, no lo olvidemos), vistos los cinco rivales que vienen (Urbas Fuenlabrada, RETAbet Bilbao, Coosur Real Betis, Hereda San Pablo y TD Systems Baskonia), lo más lógico y lo mejor sería intentar cerrar tres victorias de inmediato, porque los dos últimos rivales han de ser más complicados sobre el papel para el Unicaja.
Si como nos quiere trasladar, en los mínimos exigibles para este equipo, siguen estando una serie de retos, es obligatorio que los equipos mencionados sean derrotados, pensar en pelear por la Eurocup, o las semifinales de la Copa del Rey, o las de la Liga ACB conllevan que tiene que haber pocas concesiones, que los partidos “que se pueden perder”, como ocurrió frente al ratiopharm Ulm han de ser los menos, y que, viendo además que no sería tan disparatado pensar que para volver a la Euroliga hay que conseguir a toda costa el título de la Eurocup, es preferible adelantar el trabajo que recurrir a posteriori a la heroica o a favores externos.
Junto a la llegada de Frankie Ferrari, la vuelta a la competición de Jaime Fernández ha de ser la mejor noticia, tras una temporada con el castigo físico soportado, y tras perderse catorce de los veintitrés partidos disputados, que ni Alberto Díaz, ni Gal Mekel estén presentes, hace que la figura del madrileño cobre para mí mayor importancia si cabe que el debut del californiano. Se puede decir que la evolución del plantel ha de ser constante, pero ver qué tipo de versión del Unicaja vamos a ver se está poniendo complicado, pero son las reglas con las que juegan todos, así, que habrá que es obligatorio seguir en la lucha.