Esta semana ha empezado formalmente la pretemporada del Unicaja, salvo los lesionados Jaime Fernández y Dragan Milosavljevic toda la plantilla cajista se ha puesto a las órdenes de Luis Casimiro Palomo para prepararse para el inicio del curso próximo.
Con las incorporaciones de Tim Abromaitis y Francis Alonso son los dos refuerzos a priori necesarios para afrontar una liga con muchas dudas. Alonso y Abromaitis son diferentes, en su juego, en su origen, en el rol que van a poder desarrollar en el plantel verde, pero tienen algo en común: ambos tienen en la casa paterna gran parte de experiencia acumulada que les sirve seguro de enseñanza.
Más allá del título de la película que dirigió Jim Sheridan y protagonizaron Daniel Day-Lewis y Emma Thompson en 1993, que no deja de ser una enseñanza sobre lo peligroso que es alimentarse de ideas populistas sin detenerse a comprobar la veracidad de las mismas, la situación de haber tenido a un padre con experiencia en nuestro deporte es algo bastante común en esta Liga ACB próxima.
La plantilla cajista ya tenía a Adam Waczynski como referente con padre con pasado baloncestista, además de propietario de club (heredado de su abuelo, por cierto), la llegada del norteamericano, hijo de Jim Abromaitis, que fuera en su día jugador del Real Madrid acompaña al canterano, hijo de Paco Alonso, el cual cubre casi todos los aspectos relacionados con el club del abanico, ya que fue jugador, entrenador y ahora es vocal del Consejo de Administración en Los Guindos, además, de añadir su condición de empleado de la entidad desde la época de Caja de Ahorros de Ronda.
Casos similares hay en muchos equipos de la liga española, sin llegar a ser exhaustivo en el listado de herederos de la causa paterna, vemos como Lucas Vildoza en Baskonia es hijo de José Marcelo Vildoza, jugador de Peñarol Mar del Plata en Argentina. En el FC Barcelona, el ex cajista Álex Abrines, es hijo de Gabi Abrines, con una larga trayectoria entre ACB y LEB, Cory Higgins vio como su padre jugó en siete franquicias NBA, llegando a ser compañero de Michael Jordan, aparte de jugar en Olympiacos en su única salida de Estados Unidos, se podría incluir también a Víctor Claver, pero su padre fue un destacado jugador de balonmano en el Marcol valenciano.
En Valencia, Quino Colom comparte deporte y nombre con su padre, integrante del Andorra que en a mediados de los ochenta formó parte de aquella Primera B tan divertida que llegó a contar con los dos equipos malagueños entre sus integrantes. El Real Madrid incorpora a dos hijos de apellidos vinculados en su día a la ACB, como ocurre con Carlos Alocén y Alberto Abalde, Zaragoza y Huesca vieron en su día al padre del base, y Ferrol y Santiago fueron los feudos del padre del ex verdinegro.
Bilbao ha fichado este año a Álex Reyes, hijo del ex ACB Miguel Ángel Reyes y en Andorra, aparte de Guillem Colom, hermano de Quino, Oriol Paulí estuvo a las órdenes de Aíto García Reneses al igual que su padre Joan, con treinta y seis años de diferencia, pero es lo que tiene el renovado entrenador del ALBA Berlín, le ha dado tiempo a todo, junto a ellos, David Jelinek seguro que vio como Josef, su padre, anotaba puntos en la liga checa hasta ser el máximo anotador histórico de su competición.
José Manuel Beirán, padre de Javier, llegó a Tenerife para el final de su carrera, el nuevo capitán del Gran Canaria, ya lo fue del Iberostar Tenerife. En el Joventut, Pau Ribas es hijo de Alfonso Ribas, compañero en su día de Moka Slavnic o José María Ferrer, verdinegros relacionados con Málaga.
En Murcia, Rafa Luz no sólo es hijo de jugador, sino que sus cuatro hermanas han dado auténticas lecciones con el balón naranja y en las filas de Estudiantes, aparte de Édgar Vicedo, hijo del as del vóley patrio, Benjamín Vicedo, juega nuestro conocido Edwin Jackson, hijo del internacional francés Skeeter Jackson.
Seguro que se queda alguno atrás en este improvisado listado, pero se podría incluir, pese a no haber completado el ascenso a ACB al Real Valladolid Baloncesto, denominación actual del nuevo equipo pucelano, el cual, junto a hijos de sendos ilustres de nuestro baloncesto ACB ochentero en los casos de Sergio de la Fuente y de Nacho Martín, hijos de Félix de la Fuente y del malogrado José Ángel Martín de Francisco, hay que añadir a dos fichajes de este año, Antoine Mason, hijo de Anthony Mason, ex jugador de los New York Knicks, que completó trece temporadas en la NBA además de pasar también por Venezuela o el Efes turco, y Derrik Smits, hijo del mejor jugador holandés de la historia, el pívot de Indiana Pacers, Rik Smits, el cual completó una docena de años en el equipo actual del conocido Domas Sabonis, que siempre ganaría presumiendo de padre ilustre.
No es raro como decía Serrat eso de transmitir las frustraciones a los hijos, y de sagas hay bastante en nuestro deporte, seguro que por parte de unos y de otros, siempre se quiere que la carrera que está en marcha sea la que termine mejor y con mayores éxitos.