Habitualmente, el tiempo sin competición liguera suele ser una tortura para la clase periodística ya que todo se dispersa, siendo serios, el timo ese de las “Ventanas FIBA”, sólo nos preocupan si alguno de los cajistas seleccionados vuelve lesionado, la Euroliga no está al no ser del negociado de Unicaja -espero que por poco tiempo- y para llenar páginas de periódico, hay que tocar varios y diversos temas.
Hete aquí, que este año ha habido sorpresa, y de qué calibre, ante la carísima factura que ha dejado la Copa del Rey en forma de lesionados, el recelo y la desconfianza pasan a ser moneda de curso legal hasta que el próximo 1 de marzo vuelva el Real Madrid a jugar en Málaga, esperando todos que sea con otro signo final. Las averías de los chicos de Luis Casimiro Palomo son más o menos graves y preocupan en cierta medida, Alberto Díaz tuvo que dejar el equipo nacional, Darío Brizuela ha vuelto con un esguince –ya se verá su gravedad-, Carlos Suárez está “curándose” un dedo roto sin dejar la actividad, Axel Toupane tiene para tres meses por la rotura parcial del tendón de Aquiles y lo de Jaime Fernández, en mi opinión es lo que peor pinta tiene, por las dudas que suscita.
Está claro que en el parte expuesto hay cosas más graves, pero lo del madrileño creo que nadie sabe por dónde puede terminar saliendo, y ahí la factura a pagar es cara, sobre todo porque aún costando bastante, el equilibrio exterior estaba consiguiéndose, eso sí, con mucho trabajo.
Ahora, con la llegada confirmada de Marko Simonovic y la -dicen- más que probable de Axel Bouteille, tenemos otro tipo de conversación, la del serbio, como que deja más tibia la reacción del entorno, aunque se espera que sea un repuesto útil para Carlos Suárez y que el capitán no tenga que forzar, dejando la Liga ACB en segundo plano. Lo del francés, estrella emergente ACB esta temporada, es otra cosa, los pretendientes eran de Euroliga y del grupo selecto, por lo que el Unicaja, que ya se apuntó los fichajes de Axel Toupane y Darío Brizuela en el lugar de las gestiones destacadas, con la temporada en marcha, acapara nuevamente sobre sí los focos de la actualidad.
Mientras que Simonovic viene sólo hasta final de temporada, lo del francés está claro que tiene otro calado, aunque tiene cláusula de salida Euroliga, lo que toca ahora es hacer bien el trabajo y conseguir también la clasificación para la mejor competición europea, y eso, aparte de la lucha sobre el parquet hay que hacerlo también en los despachos. No veo yo que Jordi Bertoméu cambie de criterio otra vez -aunque nunca se sabe- y dé una invitación al equipo malagueño, así pues, hay que conseguir ganar esta competición que tiene un inicio tremendamente fácil y que puede hacer confundir a los extraños, pensando que va a ser igual al final.
Está claro que la reacción y los fichajes son importantes, y aunque no se me quite de la cabeza que el equipo está descompensado, esto terminará diciéndolo el avance de la temporada, no hay que olvidar nunca que lo importante es la Eurocup, y habrá que intentar aferrarse a ella hasta el final.
En esta atípica semana, cumplo con esta 500 apariciones en las páginas de La Opinión de Málaga, de verdad, no tengo palabras para expresar tantas cosas vividas, y sólo puedo agradecer a Emilio Fernández, valiente (o inconsciente, vete a saber) que me ofreció esta oportunidad, y sobre todo a Inma, la cual no sólo sufre esta neurosis semanal, sino todas las que puedan ocurrirse. Muchas gracias a ustedes por estar ahí cerca, sigue siendo un honor y un placer.
Sigue faltando lo mismo.
25
Feb