Lo necesario, lo importante.

Aunque con la derrota de este domingo en el Palau Blau Grana, el equipo del Unicaja haya caído a la posición más baja en la clasificación desde que empezó la liga –sexto en la tabla-, la vida te obliga a relativizar tanto las rachas malas como las buenas, a darle a cada cosa su justa medida y sobre todo, a encarar como una oportunidad única lo que sigue de inmediato.
En un momento en el que es obligatorio reconocer que el equipo ha bajado prestaciones y que lo que viene es una auténtica prueba de fuerza ante rivales de la parte noble, y siendo el momento en el que se juega parte de los objetivos de la temporada, esto ocurre en relativamente poco tiempo, a mediados de febrero, la Copa del Rey se resuelve en uno, dos o tres partidos, esperemos que en tres, y para mañana, queda directamente, la posibilidad de cerrar el pase a otra fase de la Eurocup.
Que para adelantar trabajo en la competición europea el rival sea nacional, y por añadidura el Valencia Básket, enemigo íntimo de la última época y que a día de hoy está por encima en la clasificación ACB y clasificado para el playoff europeo, tal vez haya podido influir en el partido del pasado domingo, no digo yo que la mente del equipo estuviera en dejar pasar el encuentro ACB y centrarse en el de Eurocup, pero, la competitividad del grupo no dio lo suficiente para aguantar todo el encuentro frente a un FC Barcelona que no estuvo precisamente glorioso y que tuvo ausencias de última hora al igual que los malagueños.
Pensar en el partido del miércoles y recordar el del inicio de curso, ése en el que Unicaja venció 86-73 al Valencia Básket sería un error enorme, el mismo que sería si se fijara el recuerdo en el de inicio del Top 16 europeo, el Unicaja de ahora, está reinventándose casi a diario, la llegada de Ryan Boatright aporta anotación e intenta paliar la merma de rendimiento que sufre Jaime Fernández y la ausencia de Alberto Díaz, aunque Brian Roberts ha dado un paso adelante en el plano ofensivo y de liderazgo atacante y elementos habitualmente grises como Dani Díez han evolucionado, el equipo tiene pendiente alcanzar la solidez que necesita para poder estar de manera solvente en la pelea que tiene ante sí.
La cosa está en rendir ya, aunque las posibilidades de clasificación no obligan a vencer mañana, no me quiero poner en la posible necesidad de ganar en Belgrado frente a un Estrella Roja que también se juegue un hipotético pase a octavos de final, y no es porque los serbios me parezcan un equipo invencible, sino porque la fiabilidad del equipo de Los Guindos está pendiente de reafirmarse, el principal problema es que hay que hacerlo ahora, sin más remisión.
La situación en la Eurocup requiere la resolución ya, con respecto a la Liga ACB tiempo habrá de arreglar una situación que está colocando al equipo en su peor situación desde el arranque de la competición y que hace parecer que en breve haya que estar más pendientes de los resultados del Divina Joventut o del Baxi Manresa en lugar de mirar hacia arriba de la tabla, pero como decía en el principio del artículo, habrá que priorizar, y además también saber compatibilizar ambos compromisos, el ejemplo de temporadas anteriores o del mismo Herbalife Gran Canaria que está de manera efectiva bailando con las posiciones de descenso mientras que intenta competir en la Euroliga, no deja de ser una situación que ha de convertirse en ejemplarizante para situaciones posteriores.
Así que de momento, lo que toca es resolver el problema inmediato, tiempo habrá para centrarse en otras situaciones llamadas Copa del Rey o playoff ACB, y preocuparse de poder jugar el próximo año en tal o cual competición europea, porque aún planteándose, no deja de ser una hipótesis que está muy lejos de completarse.