Bien, la vuelta de la competición por equipos para el Unicaja no ha resultado lo buena que se quería. La derrota en Badalona –justa y merecida en mi opinión- hace que el arranque de un mes de competición realmente complicado, con enfrentamientos ante Unics Kazan y Delteco GBC (fuera) y FC Barcelona, FIAT Turín y Kirolbet Baskonia (en casa), sea una preparación dura y complicada cara al tramo que dará paso al Top 16 de Eurocup en enero y a la Copa del Rey en febrero.
Como primer asunto damnificado tras el parón: la concentración del equipo y la solidez mental que ofrecía el grupo en estos dos meses de competición. Aunque sea casualidad, el equipo repitió en la cancha del Joventut el principio de mes que ya manifestó en octubre en Vilna (derrota ante el BC Rytas 80-72) y en noviembre en Burgos (derrota ante San Pablo 88-79). Empezar el mes perdiendo y repetir periplo ganador en los cinco partidos que quedan en diciembre ya lo firmamos todos, pero queda claro que con lo enseñado el sábado no será suficiente. Las lagunas mentales mostradas en el último partido condenaron demasiado pronto al equipo. La peor enseñanza creo que se puede sacar del marcador final -por lo engañoso del mismo-, con un inicio que definió en la práctica el resto del encuentro por las diferencias que puso en el marcador el conjunto local. Además, más allá de lo que se pueda ver a través de números y estadísticas, el solitario dato del acierto desde el Tiro Libre (15 aciertos de 23 intentos, un 65%) habla del nivel de concentración mostrado, con un suicida 0/4 de Carlos Suárez, que tan sólo había fallado tres en las diez jornadas anteriores.
Los encuentros de este mes son relativos. Los dos de Eurocup no van a ser trascendentes, ya que la clasificación ni peligra ni tendrá un impacto decisivo; no así los seis partidos a disputar entre enero y febrero. Los tres de Liga ACB, junto con el que se disputará el 6 de enero ante el Iberostar Tenerife, distan mucho de poner en cuestión la situación de privilegio que tiene el equipo ahora, pero cara al primer objetivo que llega -la Copa del Rey de Madrid- sí que tendrán trascendencia. Sobre todo si se sigue con la lógica de pensar en ser cabeza de serie, algo que ni mucho menos es un disparate.
Puestos a intentar positivizar el encuentro del sábado, las conclusiones que se pueden sacar son que toca aprender para no repetir los errores cometidos, y ser conscientes que con ese nivel de concentración y las ausencias mentales mostradas en momentos del partido. Cualquier rival, y mucho más los que vienen de manera inmediata, te van a sacar del partido rápido, así que a trabajar para evitar repetir esos errores.
Ahora el plantel está completo, y cansancio aparte, fruto de los kilómetros acumulados, tal vez lo más inmediato es que el grupo recupere el modo «equipo» y salga del modo «selección» que ha tenido que asumir una gran parte de la plantilla. La figura del entrenador tiene ahora una labor que le obliga a realizar una pretemporada a plazos, con un porcentaje de ausencias enorme, cosa que se repite durante la competición, con lo cual la maduración y el alcance de los automatismos necesarios para que la dinámica del equipo avance se ralentizan. Visto todo esto, y simplificando bastante, parece que hemos copiado de la NBA la profusión de partidos semanales juntando ambas competiciones (evitando por tanto el normal tiempo para poder entrenar y mejorar), estando a años luz de la competición americana.
Consecuencias de la vuelta.
11
Dic