El grupo está listo.

7 Ago

El reciente fichaje de Mathias Lessort cierra, a priori, la plantilla de nuestro Unicaja. Esto me pilla con el paso cambiado. Acostumbré a pasar el verano esperando que llegase la guinda del pastel, pero salvo un giro inesperado, Luis Casimiro ya tiene el plantel que ha de competir el curso 2018/2019. De entrada, el equipo de este año va a ser muy diferente al de la temporada 2017/2018, y no por los cambios de jugadores, que han sido cuantitativamente menos que en los años anteriores, sino porque la salida de Joan Plaza y la vuelta de Luis Casimiro ya avisa de una novedad en el desarrollo del conjunto. Conocidas las salidas de Ray McCallum, Nemanja Nedovic, Jeff Brooks y James Augustine y su reemplazo por Jaime Fernández, Brian Roberts, Mathias Lessort y Kyle Wiltjer, pueden suscitar ilusión, emoción, tristeza o dudas. O, como poco, cierta incertidumbre, sobre todo si lo que se pretende es querer seguir en el vagón de cabeza.
Con el tema salidas/entradas, de los cuatro que han partido, la continuidad de tres de ellos hubiese sido vista con muy buenos ojos casi por todo el mundo. Pero en el caso de las llegadas, al menos dos de ellas se considerarían más que interesantes. En la línea exterior se pierde un base que no dirigía y que le encantaba finalizar y un escolta que botaba más que el base y que decidía por sí mismo sin necesidad de que el equipo trabajase para él. Sus recambios: Jaime Fernández tiene ante sí otra oportunidad de demostrar que es tan bueno como la prensa de Madrid decía en categorías inferiores, algo muy común por otro lado. Su año en Andorra ha disipado ciertos vaticinios de jugador sobrevalorado al cual haber estado seis años en ACB en su club de crecimiento tal vez le vino largo. Mejor penetrando que tirando, junto a él va a tener a Brian Roberts, el único veterano que viene este año y que tras un año gris en un equipo que favorecía poco su juego (Olympiacos) plantea la duda si ya habrá dejado atrás su mejor época. Por edad (33 años cumple en diciembre) no parece que pueda crecer, pero todo el mundo piensa que será mejor que sus antecesores en el puesto. En contraposición a Fernández, lanza mejor que penetra; eso sí, la duda sobre si Roberts o Fernández estarán mejor en la posición de escolta o de base ya es la pregunta número uno, porque posicionamientos a favor o en contra de una postura u otra va a haber. Claro que volver a contar con Alberto Díaz como valor seguro es algo que no le va a sonar raro al entrenador, como ya ocurría con Albert Oliver en Las Palmas. Junto a Sasu Salin continúa el trío de aleros. Todos han podido salir en algún momento y hay una posibilidad de resarcirse para ellos. Además, sólo Dani Díez a priori no puede alternar posición con la de «dos». Tanto Adam Waczynski como Dragan Milosavljevic, antes de llegar a Málaga, podían compatibilizar los dos puestos exteriores, aquí se les acopló en la cadena de montaje especializándolos.
Ya en el juego interior, la llegada de Kyle Wiltjer es la que más dudas me ofrece, y aquí creo que la culpa es mía, sobre todo porque con la llegada del canadiense y la de Mathias Lessort para unirse a Giorgi Shermadini, Carlos Suárez y Viny Okouo, salvo en el caso del georgiano, el poste bajo del ataque malagueño tiene pinta de tener menos tráfico que una calle peatonal. El excompañero de Domas Sabonis en Gonzaga se ciñe mucho a eso que gusta tanto ahora de «cuatro moderno» abriendo el campo con su tiro exterior, de largo su mejor cualidad, no siendo muy habitual verlo poner el balón en el suelo o pelear en el rebote. A su favor, que es muy joven y que tiene capacidad de mejora garantizada. El último en fichar (Mathias Lessort) tiene muy poco que ver con su compañero en la posición de pívot. Si las pegas a Shermadini se le pueden poner en el físico y la poca explosividad, el francés va a derrochar exuberancia física, teniendo sus puntos débiles en los movimientos de ataque y cierta problemática con las faltas. De lo complementarios que resulten dependerá parte del éxito a cosechar.
He dejado fuera a tres de los que continúan. Viny Okouo ya ha sido motivo de comentario anteriormente, y eso de la «última oportunidad», con independencia de su finalización de contrato, es algo más que una frase. No lo va a tener fácil, pero si no hay suficiente motivación en todo lo que rodea a esta temporada es que el africano no lo va a tener fácil en el baloncesto profesional a causa de sí mismo. En el caso de los otros dos, Alberto Díaz y Carlos Suárez, si en años anteriores han sido dos pilares básicos, no creo que este año varíe mucho. El primero de los cambios y quizá el más importante, el del entrenador, pese a todo lo conseguido por Joan Plaza, se ha cubierto bien para lo que necesita el club. Aparte de todo lo bueno que ya se conoce y se ha dicho del manchego, el nivel de exigencia y dureza que le va a imprimir al equipo va a hacer que todos rindan y den el máximo. El que transmita seriedad y serenidad sin estridencias hará que algunos saquen conclusiones equivocadas, pero seguro que el rendimiento será el máximo.

PD: Como en ocasiones anteriores, me voy a tomar la libertad de ausentarme un tiempo. Si en esta casa quieren y no les importa, en septiembre volveré. Muchas gracias por todo y en nada volvemos a estar en contacto.

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