El cierre de la plantilla del Unicaja es, aparte de novedoso, tan raro que ha producido una parquedad en cuanto a noticias se refiere. Fruto de lo cual, en los medios, lo que encontramos son referencias al calendario, a la novel sección femenina del club o los movimientos que las chicas del CB Alhaurín de la Torre femenino están experimentando cara a la temporada que viene. Sería necesario añadir además lo referente al «tema seleccionador nacional», algo que ya toqué la semana anterior con respecto a la salida de Sergio Scariolo a Toronto Raptors que ha terminado materializándose. La forma en la que se haga es algo aún por dilucidar.
Como colofón a alternativas a la deseada noticia (la firma de Mathias Lessort), tenemos en las salidas de los chicos de la cantera del club de Los Guindos el apartado que cierra el círculo y ya tenemos todos los temas del verano hasta que llegue la pretemporada en el último tramo de agosto. Lo cierto es que en estas últimas semanas se han vivido tantas despedidas de jugadores de cantera que, aunque el primer equipo viva cierta continuidad inusitada con respecto a años anteriores, en las categorías inferiores el tiempo que viene será diferente y novedoso. Hace sólo dos temporadas, el Unicaja decidía prescindir de su filial en liga LEB. La figura de Manolo Rincón dejó de estar asociada a la cantera cajista y el Clínicas Rincón, en sus diferentes versiones (Instituto Fertilidad, Instituto Oftalmológico…) pasó a ser un recuerdo que para algunos es casi tan dorado como la época de la Licencia A en la Euroliga o encadenar títulos de manera consecutiva. Las consecuencias se han terminado de plasmar hace unos días. Desde el final de la temporada 2017/2018 y el retorno de los jugadores que estaban fuera de Málaga, de toda la cantera del Unicaja que en su momento llegó a rozar las eliminatorias de ascenso a ACB sólo ha quedado Viny Okouo en el club malagueño.
No se me puede olvidar que la presencia del pívot africano en el primer equipo, en parte, viene porque está en su última temporada de contrato, que la oferta de renovación no satisfizo a su agente y que el club, en una decisión comprensible, no ha accedido a una cesión fuera de Málaga, para que no se produzca la esperada eclosión del chico con otra camiseta y que termine marchando libre sin dejar ningún rédito después de haber invertido y apostado en su momento. Las salidas recientes de Cristian Uta, Kenan Karahodzic, Romaric Belemene, Morayo Soluade e Ignacio Rosa (éste cedido al Oviedo) cierran de momento una política de cantera que se basaba en traer jugadores con muy buen cartel desde la parte del globo que fuera, sin importar su procedencia. No olvidando que en los últimos años, aparte de estas rescisiones, se ha observado como jugadores criados aquí preferían estar fuera de Málaga. Lo cierto es que ahora, que con la llegada de Germán Gabriel a la cantera, junto al responsable de la misma, Ramón García, lo primero que habrá que diseñar es qué tipo de club es el que se quiere.
Aunque la presencia en las selecciones inferiores es habitual por parte malagueña, veo casi imposible no tener una sensación amarga ante todo lo acontecido. La faceta de la cantera en un club que siempre se ha vanagloriado de serlo, no sólo evolucionó a la hora de ampliar las fronteras haciendo que chicos de Belgrado, Brazzaville, Sao Paulo, Varsovia o Dakar fueran tan nuestros como los de Ciudad Jardín o Huelin, sino que destinar una partida presupuestaria a pagar las facturas de los agentes de chicos que nunca vistieron la camiseta del primer equipo también ha habido que incluirla. Ahora, la competencia no sólo está en una universidad o un instituto norteamericano, sino que, aunque el baloncesto andaluz nunca ha estado tan mal, sin otra presencia en ACB que el Unicaja, hay muchas entidades por España que aparecen más apetecibles para los chavales que formar parte de la cantera malagueña. Esta temporada, no es que haya un escalón entre el primer equipo y el resto de la cantera: hay un abismo. Y espero que a Luis Casimiro el tema lesiones le venga al menos como la temporada anterior, que durante mucho tiempo fue algo inédito aunque terminaron llegando. Ahora, más allá del primer equipo, creo que hay que tener claro qué es lo que se quiere de las categorías inferiores. Ahora, cuando en las LEB proliferan los equipos vinculados, echo más de menos que nunca la figura de Manolo Rincón y su Clínicas. Y de verdad que me alegro por las chicas del balonmano y la suerte que han tenido, pero en el básket no andábamos sobrados de este tipo de gente para renunciar a ellos.
No será inmediato cuándo se produzcan jugadores para que puedan apoyar puntualmente al primer equipo y espero que la duda sobre tener un filial en LEB sea sólo por el coste económico, pero la única forma de justificar la inversión que se realiza en cantera es con la aparición, cuidado y trabajo con chicos a los cuales no les resulte ni planteable la posibilidad de marcharse por muchos cantos de sirena que les lleguen de conocidos de antaño. Queda mucho trabajo en Los Guindos, pero si realmente se pretende estar en la zona noble de cualquier estamento, no sólo hay que llegar, sino trabajar y merecer mantenerse con los medios que se tengan para justificar tanto el sueldo como las aspiraciones.
Una vez más hay que decir «Chapó». Has puesto el dedo en la llaga. Totalmente de acuerdo en la Necesidad de un equipo filial en LEB (Plata u Oro), donde foguear a los jugadores que salen de junior y al mismo tiempo un salto menor para jugar en la ACB.
Ahora solo falta un primer equipo de Unicaja Baloncesto en ACB con 8 o 10 profesionales y 2 0 4 canteranos, para que el Club pueda volver a llamarse de «CANTERA».
Muchas gracias por seguirme. Así, sin posibilidades de recurrir, esperar que el entrenador mire a las categorías inferiores es casi imposible.