Este verano se me está haciendo raro, y no es por el modo de cambio observado en el Partido Popular, para los cuales ir a las urnas es algo novedoso, o por ver cómo se va a adaptar el Málaga CF a la complicada Segunda División, básicamente es porque de un lado, el Unicaja casi tiene cerrada la plantilla y por otro no tenemos competición de la selección.
Aunque en el momento que escribo esto, el fichaje de Mathias Lessort está sin cerrar de manera oficial y espero que no sea otro caso Trajan Langdon o Marko Todorovic, sobre el papel parece que el jugador francés va a ser el compañero de Giorgi Shermadini en el juego interior cajista.
En lo de la falta de competiciones con respecto al equipo nacional, ahí hay otros problemas, porque pese a esa broma que son las “ventanas FIBA”, este verano no hay reunión del equipo que hasta ahora ha venido capitaneando Sergio Scariolo. Digo hasta ahora, porque tras el último partido, el disputado en Málaga, el que fuese entrenador del Unicaja dejó entrever que podía dejar el cargo.
No contenta con monopolizar casi en absoluto el mercado de fichajes, ahora la NBA tiene como objetivos también los entrenadores europeos, naturalmente, no va a echarle el ojo a los mediocres, sino que tras conseguir hace unos años a Ettore Messina, el punto de mira está ahora en Fotis Katsikaris y más que probablemente en Sergio Scariolo.
Sería más correcto incluir también a Igor Kokoskov, el campeón de Europa con Eslovenia llegó a Estados Unidos en 1999 como ayudante a la Universidad de Missouri y para el año próximo será el primer europeo que ocupa el puesto de entrenador jefe en la mejor liga del mundo, concretamente en Phoenix Suns. La llegada de entrenadores principales a la NBA para formar parte del equipo técnico de las franquicias, prácticamente la inició Ettore Messina, tras haber conseguido un lugar entre los entrenadores más importantes de Europa, y ahora, tras la intentona fallida con Sarunas Jasikevicius, el turno le llega a Sergio Scariolo, sin olvidar la negativa de Fotis Katsikaris al Unicaja por irse a Utah Jazz, y los rumores que señalan también a Andrea Trinchieri cruzando el Atlántico.
Con un acuerdo firmado con Toronto Raptors, Scariolo va camino de ser ayudante del novato Nick Nurse, en un año complicado para la franquicia canadiense, el intercambio no exento de polémica de Kawhi Leonard por DeMar DeRozan y la destitución del entrenador, al despedir a Dwane Casey pese a ser elegido mejor técnico de la liga, hacen parecer que el año va a ser curioso, pero antes de llegar, ha de solventar la situación contractual con la FEB.
Más allá de las declaraciones del presidente Jorge Garbajosa en las que dejaba entrever que no le hacía mucha gracia eso de poder compatibilizar ambos cargos, aparte de lo que pueda ser la negociación, hay que pensar si sería posible que su club dejase que durante las eliminatorias de septiembre, noviembre y febrero, el transalpino se dedicara al equipo nacional.
El problema está ahí, no se nos debe olvidar que el cambio generacional aparece de manera irrenunciable, no sólo porque el tiempo pasa y los dioses van envejeciendo y hay que compatibilizar calendarios que canibalizan una competición y otra, como ocurre con NBA, Euroliga, ACB y competiciones FIBA, y ya no se trata de contar con los mejores, sino adivinar cuáles son los jugadores disponibles.
¿Cambio de seleccionador? Se vio como probable que Txus Vidorreta ocupara el banquillo de la selección, pero la vuelta a Tenerife descartó la posibilidad, porque si no recuerdan, tampoco se permite que un entrenador ACB pueda sustituir a Scariolo, a menos que la normativa cambie en el ente que ahora preside Antonio Martín.
Es complicado cerrar una situación tras otra, sobre todo porque parece que las instituciones que dirigen las competiciones llevan como divisa que cualquier otra liga es el enemigo, y que no cejarán hasta su aniquilación total, pero parece que olvidan que está todo interconectado, o que todo es transversal como se diría en un lenguaje políticamente correcto, y lo que ocurra en cualquier liga por rara que se nos antoje es factible de tener repercusión importante.
Palabra, la duda la tengo en lo que le puede importar a Masai Ujiri –presidente de Toronto Raptors- si Sergio Scariolo puede contar con Sergio Rodríguez para jugar contra Turquía en las eliminatorias cara al mundial de China, porque visto lo que le importa a Horacio Muratore o Turgay Demirel (presidentes de FIBA y FIBA Europa) o a Jordi Bertomeu, me planteo si este bendito deporte llamado baloncesto no sería lo más perfecto del mundo con unos dirigentes simplemente negociadores, pero me parece que eso pertenece más a los deseos de otra época del año… y es que el verano se me está haciendo raro.
Un verano raro.
24
Jul