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19 Jun

Me había dejado pendiente la firma de Luis Casimiro el pasado martes, algo que se terminó materializando, las primeras conclusiones a sacar del desembarco del entrenador manchego en Málaga son las que se esperaban, ni más ni menos las que ya le conocíamos a lo largo de su trayectoria, está claro que el nuevo inquilino del banquillo cajista ha evolucionado desde que debutó en la ACB en 1997 con el mítico TDK Manresa que conquistó la liga aquel año, pero su forma de conducirse no va a distar mucho de la que me referí en su momento: pocas declaraciones altisonantes, mucho trabajo en el día a día y un baloncesto con una seña de identidad propia.
Aunque las cosas hayan cambiado, en todo esto hay varias constantes, los equipos siguen necesitando un base que dirija, un tirador reconocido y un pívot con presencia cerca del aro. De eso se ha nutrido el juego de los equipos de Luis Casimiro, y es algo que parece demandar desde ya para la confección de la plantilla que va a tener entre sus manos.
Que nadie espere algo fuera de la normalidad por parte del nuevo director del juego del Club Baloncesto Málaga, que la figura de un base que no obligue a Alberto Díaz a multiplicarse como en los dos años anteriores es algo muy fácil, lo más normal, sin ir más lejos, se pueda pensar que cualquiera de los tres bases que el pasado año tuvo el Herbalife Gran Canaria (Albert Oliver, Gal Mekel y Nikola Radicevic), pese a los condicionantes que tuvo cada uno, pudieran ser válidos para jugar en Málaga, no quiero decir que haya que ir por cualquiera de ellos, pero la temporada pasada, a nivel general, esa posición estuvo mejor cubierta en las islas que en Málaga.
Teniendo en cuenta que en el tema fichajes las apuestas van a ir por jugadores del calibre que más o menos se ha rumoreado y que no voy a repetir para no ponerme pesado, entiendo que lo mejor pasa por tener claro qué concepto de equipo es el que se va a intentar confeccionar y cuales son posiciones que se tienen que apuntalar, entre las salidas que hay y la natural ansia de mejora que tiene que haber siempre.
Como por ahí ya se ha pasado, me gustaría saber si los tiros van a ir por contar con la práctica totalidad de la batería de aleros, salvo la fuga de Nemanja Nedovic, si además se va a buscar un repuesto para el serbio o si se va a adaptar a Adam Waczynski o Dragan Milosavljevic a acompañar a Sasu Salin en posición de escolta, ahora mismo, si el polaco no sale de Málaga, ya hay cuatro hombres con capacidad de jugar ahí y sin una situación que haga decantarse por uno u otro como titular indiscutible por encima de los demás.
Por dentro, dos o incluso tres componentes del juego interior han de respaldar a Giorgi Shermadini y a Carlos Suárez, salvo que éste último volviese a jugar de tres, cosa que por la evolución y el paso del tiempo creo que no se producirá, no incluyo a Viny Okouo porque ha quedado claro que su salida del añorado Clínicas Rincón en LEB Plata le ha servido de bien poco para su evolución como jugador, pese a las dudas que puede haber sobre su situación cara al equipo el curso próximo, la oportunidad que ha de gastar el jugador africano, entiendo que tiene que ser la de una cesión lejos de Málaga, demostrarse a sí mismo que es válido para estar en la élite del baloncesto nacional y crecer como persona y jugador, porque posiblemente, sea la última.
No sé si decir que son muchos frentes abiertos, en realidad es sólo uno, desde el momento que quién capitanea el proyecto es distinto, está claro que hay que variarlo, eso era algo que incluso veíamos sin cambiar de entrenador, no sólo con Joan Plaza, ya se vio en otras ocasiones, así que, vamos a empezar a repetir la habitual letanía de pedir paciencia en versión confección de la plantilla, teniendo ya al entrenador, el primer paso está dado.

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