Lo que ofrece esta temporada 2017/2018 no es más que esto, sin solución de continuidad, hay que ponerse a pensar en qué hacer cara a los dos enfrentamientos semanales a los que hacerles frente, tras pelearte con dos equipos de nombre, como Anadolu Efes y Baskonia, vas a tener delante a Estrella Roja y Delteco GBC, menos sonoros para el gran público, pero que las circunstancias que rodean al plantel que dirige Joan Plaza terminarán de hacer más o menos complicados.
La evolución del Unicaja, los rivales y la inconsistencia que muestra el equipo en facetas del juego, marcan la fiabilidad que se le puede tener al mismo. Con jugadores que aún están pendientes de ofrecer no sólo su mejor versión, sino que aparecen lejos de lo que se esperaba de ellos, estoy echando de menos que el equipo estuviera más cerca de mostrar una identidad y un criterio en cancha que a fecha de hoy aún no se adivina.
Demostrando a la vez que hay plantilla para competir y que a la vez el trabajo táctico que queda por desarrollar está lejos de completarse, sería necesario concretar que ni se puede cegar uno por la victoria ante los jugadores de Velimir Perasovic, ni caer en el desánimo porque los de Vitoria se lleven el triunfo de Málaga.
Con respecto al partido de Euroliga, no hay que perder de vista que los chicos de Joan Plaza estuvieron de forma continua en un partido ante un rival que está buscando aún su primer triunfo en Europa, pero que está diseñado para algo más que pasar sin pena ni gloria.
En el encuentro de la Liga ACB, con un margen similar llegó la derrota ante un Baskonia con poco trabajo desarrollado con Pedro Martínez al frente, pero que tras ganar a Panathinaikos y a Unicaja de forma similar, en la última jugada del partido y tirando de épica, se vuelve a meter nuevamente en la pelea para la que estaba diseñado y se aproxima al equipo que quería ser.
¿Llegará pronto la mejora del Unicaja? La pregunta la hago porque está claro que de momento no basta para según qué peleas con lo que se ofrece. Necesitaría volver a ver al Alberto Díaz que aparte de voluntad y trabajo tiene el acierto necesario para ser la línea de seguridad de este equipo, quisiera tener la sensación que tanto Ray McCallum y Nemanja Nedovic tienen una función dentro del juego colectivo de ataque más allá de resolver por sí solos los atascos en los que se ve inmerso el equipo demasiado habitualmente, y me gustaría pensar que tácticamente la evolución del equipo va a ser algo palpable.
Esto es sólo lo más inmediato, porque está claro que esta situación incomoda y que la competición no va a poner más fácil que hasta ahora. También es necesario que se sumen otras piezas que están lejos de lo que se necesita de ellas, y además parece que el equipo no sólo necesita mayor dedicación defensiva, sino que además, la ausencia en la plantilla de este año de jugadores que de manera individual generaban puntos y peligro por sí solos, sin necesidad de ser objetivos preferenciales del juego ofensivo del equipo, cosa que ocurría con Kyle Fogg o en mayor medida con Jamar Smith, aún no se ha resuelto porque a la hora de la verdad, si el equipo ha generado puntos desde el juego interior, parece incapaz de hacerlo en los momentos finales.
El ejemplo vivido esta semana pasada, con versión triunfal en Turquía y de derrota en Málaga tiene en común a Nemanja Nedovic, que aparte del gesto que le honra de pedir disculpas vía Twitter, pudo enderezar su errático juego y colaborar de manera decisiva en Euroliga, pero no consiguió repetirlo en la Liga ACB.
Que el serbio tiene mucho de artista es cierto, que fiarlo al acierto que se pueda tener de lejos es como poco arriesgado, y ahora, con lo que el equipo puede generar por dentro (sin meterme aún a analizar la gestión que se está haciendo del tema rotaciones en la plantilla), entiendo que buscar a los pívots es tan necesario como conveniente para evitar algo que aunque se niegue desde dentro, desde fuera parece que aunque se diga que no hay dependencia, algo de adicción tiene.
Va siendo costumbre…
7
Nov